Fueron la agonía y el éxtasis: 18 años de cárcel en una isla y los doce primeros meses como presidente de Sudáfrica. Ambos períodos en la vida del líder y ex primer mandatario Nelson Mandela son la medula espinal de dos películas que se estrenarán próximamente en el país. La primera es Goodbye bafana (2007), del danés Bille August (ganador de la Palma de Oro y el Oscar extranjero por Pelle, el conquistador), que llega el 24 de septiembre, y la segunda es Invictus, cinta de Clint Eastwood con fecha para el 11 de diciembre en EE.UU. y 4 de febrero en Chile.

Ambos títulos son síntomas de lo atractivo que siempre resulta Mandela para la pantalla, desde sus imágenes de archivos en Malcolm X (1992), de Spike Lee, hasta Mandela y De Klerk (1997), con Sidney Poitier como el líder negro y Michael Caine en el rol del ex Presidente sudafricano.

Más allá del personaje y de su inspiración en libros, ambos filmes caminan por senderos opuestos. Goodbye bafana ("bafana" significa muchacho en la lengua xhosa de Mandela) se basa en el libro homónimo de James Gregory, sudafricano blanco que durante 18 años fue su carcelero en la prisión de Robben Island, hasta que Mandela pasó a otro recinto, donde estuvo siete años más. Anticomunista y partidario del apartheid, Gregory (Joseph Fiennes en la cinta) es asignado en 1964 para vigilar y, además, filtrar toda la correspondencia de Mandela. El símbolo de la lucha contra la discriminación racial en Sudáfrica es interpretado por Dennis Haysbert, conocido como el presidente de EE.UU. en la serie 24. Con el paso del tiempo, Gregory comienza a variar sus ideas y se transforma en admirador de su  prisionero.

La película se estrenó el 2007 en el Festival de Berlín y las críticas destacaron la actuación de Fiennes. "El rol de su vida", lo llamó The Times.

La nueva película de Clint Eastwood se basa en el libro El factor humano: Nelson Mandela y el partido que salvó a una Nación (Seix Barral, 2009), del periodista deportivo británico John Carlin. Filmada entre marzo y mayo de este año, Invictus sigue la trayectoria paralela del Presidente Nelson Mandela (recién con un año en el cargo) y el equipo de rugby de su país, durante la Copa Mundial de 1995, con sede en Sudáfrica.

Durante este período, el eslogan del equipo sudafricano (los llamados Springboks o Antílopes) fue "un equipo, una Nación", expresión que evidentemente buscaba unir y limar las diferencias entre la población blanca y negra, a sólo un año de desmantelarse el apartheid. En aquel mundial, Sudáfrica se ubicaba en el lugar 13 y sus posibilidades de quedarse con el título eran pocas, frente al equipo de Nueva Zelanda, los favoritos. Mandela asistió a todos los partidos de este equipo de afrikáners (población blanca de Sudáfrica), siempre vistiendo la emblemática camiseta verde y trabando una especial relación con el capitán, Francois Pienaar. Los Springboks ganaron la Copa en un dramático encuentro contra los All blacks de Nueva Zelanda: el encuentro se definió a último minuto.

La cinta es protagonizada por Morgan Freeman en el rol de Mandela y Mat Damon como el capitán sudafricano. El actor negro señaló: "Es el desafío más grande de mi vida. O sale todo bien o todo mal".