Corea del Sur y Corea del Norte comenzaron a negociar las condiciones para la reapertura del complejo industrial de Kaesong, días después de haberse puesto de acuerdo en normalizar las operaciones de su único proyecto conjunto.
Las conversaciones, que tienen lugar en la misma ciudad de Kaesong situada en Corea del Norte cerca de la frontera con el Sur, se dividirán en dos rondas en las que ambas partes expondrán sus condiciones para normalizar las operaciones en el polígono, indicó a Efe una portavoz del Ministerio de Unificación de Seúl.
Seúl adelantó que, para reabrir el clausurado polígono industrial conjunto, su delegación de 23 miembros exigirá a la de Pyongyang la activación de salvaguardas que eviten que vuelva a cerrar Kaesong arbitrariamente y garanticen su funcionamiento al margen de la situación política y diplomática.
Este requisito de Corea del Sur se anticipa, según los expertos, como el mayor obstáculo para llegar a un acuerdo hoy, ya que es poco probable que los representantes norcoreanos acepten sin reticencias tal condición.
"Sólo siguiendo estas pautas puede haber progresos en el complejo de Kaesong", declaró a los medios el líder de la delegación de Seúl antes de partir a primera hora de la mañana hacia la ciudad fronteriza norcoreana.
Por parte del Norte, se espera que exija la reanudación inmediata e incondicional de las operaciones y, según expertos, también podría pedir un aumento de sueldo para los trabajadores, la ampliación del tamaño del complejo, la construcción de más dormitorios o cambios en las normas fiscales.
Al margen de las comitivas de negociación, un nutrido grupo de representantes empresariales de Corea del Sur accedió a Kaesong para comprobar el estado de las instalaciones.
La cita trata de dar continuidad a las negociaciones del pasado fin de semana, en las que ambas partes realizaron un gran avance al ponerse de acuerdo, por primera vez desde el cierre del complejo en abril, en el objetivo de normalizar su funcionamiento.
Hasta su clausura unos 54.000 empleados norcoreanos fabricaban productos para 123 empresas surcoreanas en el complejo industrial de Kaesong, símbolo de la etapa de entendimiento que ambas Coreas experimentaron a principios de la pasada década.