Cuatro días después de que el Presidente Barack Obama prometiera una respuesta "proporcional" contra Corea del Norte por el supuesto ataque cibernetico que sufrió Sony Pictures Entertainment, el servicio de internet en el país asiático sufrió un apagón.
Mientras algunos expertos creen que esa fue la respuesta de la Administración Obama al hackeo que provocó la cancelación del estreno programado de la película The Interview, otros sostienen que la intervención fue a manos de hackers independientes.
"Estoy seguro que este no fue un trabajo del gobierno de Estados Unidos", dijo a la cadena británica BBC, Dan Holden de la compañía de software estadounidense, Arbor Networks. "Un verdadero ataque en vida real de Estados Unidos, probablemente sólo sería percibido cuando ya fuese demasiado tarde. Este no es el modus operandi de ningún gobierno", dijo.
Cuando Obama advirtió sobre la respuesta de Estados Unidos tras el ataque a Sony, un vocero de la Casa Blanca informó que no sería informada que tipo de reacción de aplicaría.
El régimen de Kim Jong Un continúa negando su responsabilidad en la intervención de Sony, e incluso, según el diario estadounidense The Washington Post, fuentes oficiales norcoreanas dijeron que Pyongyang se ofreció a trabajar en conjunto con EE.UU. en la investigación para descifrar el origen del ataque cibernético. Además, Corea del Norte anunció a través de sus medios estatales que se defendería contra cualquier represalia.
Detrás del apagón cibernético norcoreano también podrían estar hackers independientes. El jueves de la semana pasada una cuenta de Twitter, que dice estar vinculada a la red Anonymous -que se adjudica un serie de hackeos colectivos de alto perfil-, anunció que se daba por iniciada la operación de contraataque dirigida a los norcoreanos. "La operación R.I.P Corea del Norte, iniciada. #OPRIPNK", decía la cuenta @theanonmessage, que este lunes fue suspendida por Twitter por otro caso. El lunes, otro grupo que también decía estar relacionado con Anonymous, se adjudicó el ciberataque contra Pyongyang.
Algunos apuntan a que detrás del apagón estaría el mayor aliado de Pyongyang: China. The Washington Post sostuvo que Corea del Norte es dependiente de China en su conexión a Internet. Alec Ross, de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia, dijo a The Washington Post que "es muy posible que los chinos le estén recordando a los norcoreanos quienes son los que realmente controlan las redes".
En todo caso, el apagón de internet pudo no haber sido percibido por la mayoría de los norcoreanos. De acuerdo con la cadena BBC, en Corea del Norte el acceso a la World Wide Web está bloqueado al público general y sólo tiene acceso a ella un grupo de elite de confianza y estudiantes que la necesitan para sus trabajos comerciales o militares.
En cambio, el resto de los norcoreanos contarían con acceso a su propia intranet, con páginas locales de noticias, cocina y otros tópicos. Por ejemplo, durante el apagón, el principal diario digital norcoreano, Rodong Sinmun, que está en la web y en intranet, estuvo inaccesible para el público del servicio de Internet, pero siguió activo en el sistema interno.