Con el correr de los años, la presencia de las mujeres en las industrias tradicionalmente masculinas (como minería o finanzas) ha aumentado. Pero en Chile aún son pocos los casos de mujeres que han alcanzado cargos gerenciales, y todavía menos frecuente las que han ascendido hasta las gerencias de áreas que se ubican en el core business de la compañía; es decir, gerencias generales, comerciales o de finanzas. Aún se las encuentra más en áreas de apoyo, como marketing, recursos humanos y nuevos negocios.

Las profesionales que sí han logrado llegar a la cabeza de empresas de sectores duros deben poseer una serie de habilidades blandas, que Alejandra Aranda, directora ejecutiva de Humanitas Executive Search, resume en capacidad de trabajo en equipo, empatía y adaptabilidad, entre otras. "O sea, habilidades no muy distintas a las que debe desarrollar en cualquier otro trabajo y que son básicas. Sin embargo, sí tienen que potenciar otras destrezas más específicas que les permitan conformar equipos y ejercer liderazgo en un ambiente dominado por hombres y que, en casos como la construcción, la minería y otros, se manejan con códigos y lenguaje masculinos", agrega.

El managing director de Boyden Chile, John Byrne, sostiene que la mujer que se desempeña en un alto cargo en sector no asociado al liderazgo femenino, "debe conocer bien la industria para agregar valor y así llegar a liderar su equipo. Además, debe tener una actitud empática y de trabajo en equipo".

Es importante que las ejecutivas sepan manejar situaciones de presión y administrar los distintos caracteres y personalidades.

AMBIENTES MASCULINOS

Las razones de su ausencia en algunos sectores son complejas, históricas y contingentes a la vez. Muchas veces no se debe a una discriminación a priori, sino a un pro- blema de oferta: aún son pocas las mujeres que se han desarrollado en estas industrias masculinas y que opten por ejercer cargos gerenciales. También existe un factor de elección personal, ya que muchas mujeres que cuentan con la preparación y podrían tomar esos cargos, voluntariamente optan por un desarrollo equilibrado entre profesión y familia, lo que a veces es incompatible con la alta exigencia horaria y de responsabilidades que requieren estas posiciones.

"Si uno mira a las pocas que ocupan y perduran en cargos gerenciales en industrias masculinas y cuya gestión es bien evaluada, se llega a la conclusión de que son mujeres bastante excepcionales. Poseen una impronta fuerte, tienen un discurso asertivo, con el cual generan seguridad, son inmutables en las decisiones complejas y su relación con los hombres es cordial dentro de un contexto más formal del que poseen entre los propios hombres", dice Cecilia Besa, socia de TestaNova.

Otra característica que también tiende a observarse en ellas es su predilección a usar procesos decisionales, donde predominen la lógica y el razonamiento.

Sin embargo, en general, hay una cierta idea preconcebida de que son puestos y sectores industriales donde los hombres se desenvuelven mejor. "No lo llamaría discriminación -afirma Aranda-, sino más bien, la creencia de que hay cargos más adecuados para los hombres, y eso es lo que está cambiando fuertemente. De hecho, hay firmas que piden tener más mujeres en cargos altos, porque se han dado cuenta de que el aporte que entrega la visión femenina y las habilidades propias de las mujeres pueden marcar la diferencia al interior de una empresa".

John Byrne cuenta que a las actividades del cluster minero se han integrado completamente las mujeres a todas las etapas de la gestión, "aunque todavía hay pocas en las posiciones de liderazgo de sus organizaciones. Es un tema de tiempo", cree.

Cynthia Carroll, la CEO de Anglo American, es una de esas excepciones. Pero también existen casos locales, entre ellos, el de Yoana Villalobos, gerenta de Inversiones de AFP Planvital, la única mujer que ha llegado a ese tipo de posición en Chile.

"Por una parte tuve suerte, porque estoy en una compañía donde las oportunidades son absolutamente iguales para todos. De hecho, hay tres mujeres a cargo de gerencias de primera línea, de un total de cinco. Pero además, hay que tener una inteligencia emocional bastante fina, tratar de igual a igual con los hombres sin perder la femineidad, ser bastante tolerante y mantener cierta distancia frente a ciertas situaciones que se dan en los ambientes muy masculinos", explica Villalobos.

En todo caso, las compañías también deben tomar medidas para que la organización sea atractiva para las mujeres, partiendo por el directorio, que impone la carta de navegación. "Es ahí donde se toman las decisiones más relevantes y donde, hasta hoy, dominan los hombres. Y es precisamente en esta instancia donde las mujeres pueden ser un factor relevante", dice Alejandra Aranda.

Pero para que las mujeres logren definitivamente incorporarse a los altos cargos también debe existir una combinación de políticas públicas, culturales, empresariales y sociales, destinadas a crear conciencia del valor que entregan a una organización.

Besa piensa que en unos 10 años la realidad será muy distinta y que, producto de la mayor participación de las mujeres en la educación superior y los cambios en la conformación de la familia, más mujeres llegarán a ocupar altos cargos en las actividades "duras" de la economía.