La guerrilla colombiana de las Farc liberó esta tarde a seis policías y cuatro militares secuestrados desde hace más de una década, los últimos efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado que el grupo rebelde mantenía en su poder.
Los rehenes fueron entregados en zonas selváticas de los departamentos de Meta y Guaviare, por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a una misión humanitaria conformada por el Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional (CICR) y por la ex senadora del Partido Liberal Piedad Córdoba. La información la entregó la Cruz Roja, a través de su representante en colombia, Jordi Raich.
Después de la liberación, considerada por Córdoba como un gesto unilateral de paz de la guerrilla, los 10 efectivos de las Fuerzas Armadas y la misión humanitaria volaron hacia la ciudad de Villavicencio, la capital del departamento del Meta a 70 kilómetros al sureste de Bogotá, en uno de los dos helicópteros que facilitó Brasil con sus respectivas tripulaciones.
Desde el 2008, el mayor grupo guerrillero colombiano -considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea- liberó progresivamente a varios rehenes, incluidos políticos, en lo que algunos analistas consideran como una estrategia para ganar protagonismo y limpiar su imagen ante la comunidad internacional.
La entrega se produjo a pesar de que en el 2010 la guerrilla advirtió que no haría más gestos unilaterales y que los prisioneros en su poder sólo recuperarían la libertad con un acuerdo humanitario que incluyera la excarcelación de cientos de rebeldes presos.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, calificó como "un paso muy importante" y "en la dirección correcta" la liberación, pero advirtió que "no es suficiente" y pidió entregar a todos los cautivos civiles.
El "compromiso de las FARC de no volver a secuestrar es un gesto que valoramos en toda su dimensión. Sin duda es un paso en la dirección correcta, un paso muy importante, pero no es suficiente", dijo el mandatario en una breve alocución.