Las fórmulas para subir cien puntos en la prueba de ingreso a la universidad

AUMENTAR LA CARGA DE ESTUDIO
Esa fue la fórmula escogida por Katerine Muñoz (19) y Verochkana Vásquez (19), para subir más de cien puntos en Ciencias y Lenguaje y 134 puntos en matemáticas, respectivamente. "El año pasado no iba nunca al preuniversitario y estudiaba poco. Este año fui todos los días y repasé todos los días, mínimo una hora y media para cada área", dice Katerine Muñoz. Verochkana llegó a cinco horas diarias. "Siempre fui constante para estudiar, y un mes antes de la prueba leí mis resúmenes. Ahí baje el ritmo", dice.

La misma estrategia siguió Valeria Lizama (19), quien asistió al preuniversitario Nacional y subió su rendimiento en Historia, de 680 a 803 puntos. "En el segundo semestre, estudié entre seis y siete horas diarias", explica.

Daniel Lazcano (19), quien pasó, en Matemáticas, de 631 a 774 puntos,  hacía un facsímil diario, además de las guías del preuniversitario.

PLANIFICAR EL TRABAJO
Mediante un calendario donde indicaba el día, la hora y qué contenido repasaría, Catalina Fritzman (20) subió 165 puntos en Ciencias y 200 puntos en Matemáticas. Lo primero era analizar los contenidos para distinguirlos según el nivel de dificultad. Lo más fácil era abordado primero. A lo más complicado, le dedicaba cerca de una hora. Luego leía la materia, elaboraba material de apoyo y finalmente desarrollaba ensayos.

Daniel Lazcano llegó a 776 en Ciencias. Para lograrlo, repasaba las guías que le daban en el preuniversitario todos los días y dividía los contenidos: el lunes veía Biología; el martes, Química; y el miércoles, estudiaba Física.

ELABORAR RESUMENES Y MAPAS CONCEPTUALES
Una estrategia común entre todos los entrevistados. "Lo primero era repasar los contenidos y  luego con la materia entendida hacía este tipo de materiales", dice Catalina Fritzman, quien, además de los resúmenes y mapas conceptuales, hizo ayuda memoria, pequeños papelitos donde anotaba los conceptos difíciles y colocaba al lado su significado. Por su pequeño tamaño, los llevaba a todas partes. Todos los días leía todo el material preparado por ella misma.

Los acrósticos o acrónimos también fueron frecuentemente usados por quienes subieron más puntos. El primero es una combinación inventada de letras, donde cada letra entrega una pista de lo que se quiere recordar. Lo segundo es una frase derivada de las primeras letras de la palabra. Por ejemplo, para acordarse del orden del ciclo celular (profase, metafase, anafase y telofase), Daniel Lazcano utilizaba la palabra primate.

RESOLVER DUDAS EN GRUPO
"Comentábamos la materia, y eso me sirvió mucho. Siempre tuve compañeros que eran muy buenos. Ellos me enseñaban y yo, a la vez, aportaba con mis conocimientos", señala Diego Ayala, quien subió 90 puntos en lenguaje y 60 en ciencias.

Sin embargo, según los expertos, es recomendable estudiar con compañeros, sólo después de haberlo hecho solo. Es lo que hacía, por ejemplo, Katerine Muñoz, quien, una vez a la semana por dos horas, se reunía con un grupo de compañeros del preuniversitario y del colegio para aclarar dudas. Antes estudiaba toda la materia y llegaba al encuentro con las interrogantes.

"También es importante elegir un grupo de estudio que no supere las seis personas, ya que en grupos mayores se trastoca el objetivo. Y es bueno que tengan metas en común", dice Alejandra San Juan, psicóloga de la U. Andrés Bello.

REVISAR LOS ERRORES
La idea es centrarse en detectar y trabajar las debilidades. "Hacía uno o dos ensayos diarios y repasaba los contenidos en los que me había equivocado. No era un estudio como para incorporar nuevos conocimientos, sino que para reafirmarlos y comprender el proceso", señala Ignacio Socías (18), quien llegó a 819 puntos en Ciencias.

Sergio Orellana (19), quien subió 179 puntos en Matemáticas, resolvía las dudas de inmediato, con los profesores del colegio y del preuniversitario.