De principio a fin, Claudio Borghi sumó inconvenientes que marcaron su ciclo en la "Roja".
En Juan Pinto Durán, el DT de Boca Juniors extendió su faceta de técnico cercano con sus jugadores, algo que con el tiempo se volvió en su contra, luego de que los futbolistas que alababan su estilo terminaran traicionando su confianza tanto dentro como fuera de la cancha.
Sus primeros meses al mando de la Selección permitieron el regreso de algunas actividades desterradas en el proceso anterior. Fue así como una serie de humoristas amenizaron con varias rutinas las concentraciones en el recinto de Avenida Las Torres.
El escandaloso "Bautizazo", protagonizado en noviembre de 2011 por cinco seleccionados en la víspera del viaje a Montevideo para visitar a Uruguay puso fin a las regalías entregadas por el "Bichi" en Pinto Durán.
La medida no alejó el fantasma de la escasa disciplina en el proceso de Borghi, teniendo en cuenta que este año Gary Medel y Eduardo Vargas volvieron a traicionar su confianza con una inoportuna salida nocturna. Un año antes, Marco Estrada fue borrado de las nóminas tras no respetar los horarios del técnico durante la concentración en Barcelona.
Para desgracia de Borghi, los problemas disciplinarios se trasladaron a la cancha, siendo Arturo Vidal el principal foco de conflicto luego de evitables expulsiones que marcaron el proceso, la última hace poco ante Serbia, en Sankt Gallen, partido que estaba bajo la lupa de la ANFP en la búsqueda de enmendar un proyecto que desde un comienzo mostró los incovenientes de los jugadores para responder a la confianza del entrenador, que terminó yéndose por no variar jamás su permisivo estilo de trabajo.
Los chistes que no hicieron gracia
Una de las prácticas que más divisiones generó al interior del plantel fueron las continuas invitaciones a humoristas al predio de Juan Pinto Durán antes de los partidos eliminatorios. El tema no era que personas ajenas a la concentración compartieran con los jugadores y el cuerpo técnico, sino que lo que molestó a un grupo importante de futbolistas fue el poco descanso que había en cada una de aquellas jornadas.
Y es que en muchos casos en vez de privilegiar las horas de sueño, varios preferían compartir hasta largas horas de la madrugada las rutinas de los artistas. El técnico nunca se mostró reacio a la aparición de estos curiosos invitados a la concentración, que a ratos se convertía en una pequeña quinta de recreo.
Sólo los incidentes extrafutbolísticos, como el "Bautizazo", pusieron fin a esta práctica.
Mendoza nunca estuvo dormida
La Copa América de Argentina no dejó nada bueno en la Selección. Primero, porque el equipo se devolvió a casa más temprano de lo esperado (cuarto de final). Pero lo más grave estuvo fuera de la cancha, donde lo que menos hubo fue concentración.
La ubicación y, sobre todo las características del hotel escogido, conspiraron contra un mayor control en los ingresos. El casino ubicado al interior sólo sirvió para distracción y trasnoche entre los jugadores. Por si fuera poco, la cercanía de un prostíbulo sólo aumentó las dudas sobre la presencia de mujeres al interior del lugar de concentración.
Todo este desorden, incluso, provocó el distanciamiento entre el DT y Fernando Felicevich, quien veía con preocupación que cualquier acto de indisciplina que se hiciera público podía generar la caída de la venta de Alexis Sánchez a Barcelona.
El atraso que condenó a Estrada
En septiembre de 2011, la "Roja" realizó una gira por Suiza y España, que incluyó duelos ante el combinado hispano y México, partido que se jugó en Barcelona.
Tras el encuentro, el cuerpo técnico de Claudio Borghi decidió entregar unas horas libres al plantel con el compromiso de que retornarán a las 03.00 de la madrugada al hotel de concentración en la "Ciudad Condal".
Todos cumplieron el compromiso, salvo Marco Estrada, quien llegó al recinto un par de horas más tarde. Para su mala fortuna, en el lobby del hotel estaban el DT junto a su señora.
Tras el hecho, el volante del Montpellier fue borrado de las convocatorias y nunca más apareció en el proceso, pese a ser uno de lo jugadores más regulares en el título de su equipo en Francia y uno de los indiscutidos del ciclo de Marcelo Bielsa.
Un desayuno que trajo secuelas
La antesala del estreno oficial de Borghi por las Eliminatorias estuvo marcada por un hecho lamentable, que iniciaría el historial de sucesos disciplinarios que acompañaron el interrumpido ciclo del ex entrenador de Colo Colo.
El 4 de octubre de 2011, tres días antes de visitar a Argentina en Buenos Aires, Jorge Valdivia y Jean Beausejour extendieron una noche con un comentado desayuno en un local de Providencia. Con evidente falta de descanso, ambos se presentaron en Pinto Durán para entrenar junto a sus compañeros, sin embargo, Borghi los devolvió al camarín y los excluyó de la práctica.
La decisión del técnico incomodó al plantel, debido a que pese a la indisciplina, Beausejour y Valdivia fueron titulares en la estrepitosa caída por 4-1 ante la "Albiceleste".
"Bautizazo", el principio del fin
La noche del 8 de noviembre, Claudio Borghi recibió un golpe que lo desacomodó para siempre. El denominado "Bautizazo" lo marcó a fuego, incluso más que a los propios jugadores involucrados. Nunca pudo borrar la herida de esa noche, que comenzó en la casa de Jorge Valdivia. Allí el "Mago" y otros cuatro futbolistas comenzaron una jornada que terminó con los futbolistas llegando a Pinto Durán en una van en estado "poco adecuado", como confesó el propio DT.
Lo que omitió el "Bichi" fue el carnavalesco ingreso de Gonzalo Jara al lugar, enarbolando un banderín de la cancha 2. O el intento infructuoso de Carlos Carmona de entrar a la pieza por una ventana. Apenas Borghi los expulsó de la concentración, todos se subieron al auto de Arturo Vidal, que había sido conducido por un guardia de seguridad contratado por Valdivia.
La negociación de Paredes y Marín
Claudio Borghi justificó la ausencia de Esteban Paredes de las últimas convocatorias, porque "no lo considero centrodelantero, sino que un media punta", dijo el "Bichi" en una de sus últimas conferencias de prensa.
Sin embargo, entre los seleccionados existe otra versión que explica su marginación, que incluye también al golero de O'Higgins, Luis Marín. Según explican en Juan Pinto Durán, ambos futbolistas no fueron más considerados luego que se negaran a modificar el contrato que establecía los montos de los premios acordados por Claudio Bravo. "Previo al amistoso de los jugadores del medio local ante Paraguay, en La Serena, Borghi se reunió con los dos y les solicitó que debían firmar un nuevo contrato, donde los obligaba a bajar los premios a la mitad. Los dos se negaron y nunca más fueron considerados".
Vidal y Torres se dijeron de todo
Las últimas actuaciones de Arturo Vidal en el proceso de Claudio Borghi fueron muy cuestionadas, en especial por el propio "Bichi" y su cuerpo técnico. En el ex staff de la "Roja" desagradó de sobremanera la actuación que tuvo como líbero ante Colombia. Sin embargo, lo que colmó más la paciencia fue la expulsión ante Ecuador en Quito.
De hecho, tras la derrota en la capital ecuatoriana, el volante protagonizó una fuerte discusión con el ex preparador físico, Hernán Torres. El PF, ofuscado por la tarjeta roja y la actitud que mostró el volante, lo encaró en pleno vestuario. Testigos al hecho, aseguraron que el cruce de palabras fue subiendo rápidamente de tono y que el peak fue cuando Torres le dijo a Vidal "que estaba jugando con los bolsillos de todos. Y eso no se lo iba a aceptar".