Con una fiesta la noche del viernes, el equipo de Perdona nuestros pecados celebró un año de grabaciones, y contando. La teleserie nocturna llegó a la pantalla de Mega en marzo, y se espera que se mantenga así, al menos, hasta marzo.
Todo partió, gracias al éxito de sintonía, como un alargue. Se planteó la idea de grabar dos meses más de los estipulados inicialmente, pero pronto el escenario cambió, y se habló de una segunda temporada, y de hasta una tercera.
Fue en ese proceso, cuando los que hacen la ficción se convirtieron en noticia. La actriz Ximena Rivas empezó a aparecer en diversos medios explicando que no seguiría en la teleserie, porque en junio, luego de algunas reuniones, no había llegado a un acuerdo para ser parte del alargue que el canal ya estaba haciendo oficial. Eso, sumado a las confusas palabras de Álvaro Rudolphy en los Copihue de Oro: "Quiero también agradecer sobre todo al elenco, a los actores y actrices, que por razones que desconozco han ido desapareciendo en la historia, pero ya sabremos qué es lo que está pasando". En la historia, Guillermina, el personaje de Rivas, fue asesinado por Armando Quiroga (Rudolphy).
Vino entonces una nueva negociación con el elenco, en agosto, cuando un segundo ciclo ya estaba confirmado por parte de la directora ejecutiva María Eugenia Rencoret. Ahí se logró llegar a acuerdo con el equipo (ya sin Rivas), lo que significó un reajuste en sus salarios.
Pasado el impase, se concentraron en lo que viene: nuevas escenografías, nuevas contrataciones, nuevos personajes, nuevas locaciones, nuevas intrigas y nuevos looks.
Todo partirá en los años sesenta, y los conflictos de los habitantes de la Villa Ruiseñor seguirán en manos de Pablo Illanes y Josefina Fernández, además de Mauricio López, el nuevo elemento del equipo de guionistas.
"Es un tremendo desafío el que tendremos como equipo en esta segunda temporada. Yo, personalmente, nunca he pensado que es un riesgo por el gran éxito que tenemos hoy. Algunos de los actores me lo han planteado, pero yo creo que la gente nos seguirá viendo, y ahí está nuestra pega como equipo", dice Daniela Demicheli, productora ejecutiva de Perdona nuestros pecados. "Este es un thriller, y eso hace que tengamos mucha más historia, mucho más alargue", agrega.
Las grabaciones de la segunda temporada comienzan en enero, y durante todo este año solo hubo dos semanas de descanso para los actores. Es primera vez que Demicheli se enfrenta a un segundo ciclo, pero jamás pensó que "todo se iba a dar de tan buena manera. Fui yo la que habló uno por uno con los actores para que aceptaran ser parte de esta propuesta, y la buena disposición de todos fue decidora en todo esto. Al final, es más pega para todos y eso siempre es bueno", declara sobre la ficción que hasta ahora promedia 28,9 puntos de rating.
El mayor trabajo estará en dejar atrás los años cincuenta, y cambiar la estética de la teleserie, algo por lo que ya pasaron hace algunos meses. Sin embargo, esto no es un partir de cero, y eso es un alivio para la producción.
El último capítulo de Perdona nuestros pecados llevará a los televidentes a su inicio, cuando el Padre Reynaldo (Mario Horton) aparece en la puerta de la iglesia del pueblo, con su ropa ensangrentada. Así se sabrá qué pasó en estos siete años. "Así partió la teleserie, y entenderemos qué pasó con el Padre Reynaldo, pero también quedarán muchas cosas por saber y por resolverse", cierra Demicheli.