Pablo Guede está sufriendo bastante con las lesiones de sus futbolistas, sobre todo porque ayer se confirmó que el volante Esteban Pavez estará fuera aproximadamente tres semanas. "El jugador sufrió un desgarro fibrilar de gemelo interno izquierdo de 18 mm, razón por la cual requerirá de un tiempo de recuperación aproximado de tres semanas", explicó ayer Colo Colo mediante un comunicado.
De esta forma, el mediocampista se perderá el clásico ante Universidad Católica y los partidos ante Santiago Wanderers (visita) y Huachipato. Una baja muy sensible para el funcionamiento del equipo. Un ejemplo: ante O'Higgins, en el Monumental, el técnico sacó a Pavez en el entretiempo y luego el Cacique terminó pidiendo la hora. El mismo Esteban Paredes criticó el cambio realizado.
La sensible ausencia del volante, lesionado en la práctica del sábado y que ya se perdió el duelo del domingo ante Temuco, se suma a la delicada situación que atraviesa Fernando Meza. El defensa sufrió un esguince del ligamento colateral medial de la rodilla izquierda el viernes al caer mal durante una práctica recreativa de fútbol burbuja, organizada por Guede para distender y premiar al plantel por los tres triunfos consecutivos en el torneo. "Será evaluado durante la semana para determinar la fecha de su retorno deportivo", agregaron en el elenco de Macul.
Desde el club señalan que la situación del zaguero es complicada y que "no existe ninguna posibilidad" de que juegue este sábado, a las 17.30, ante los cruzados, en Pedreros. "Lo más probable es que recién reaparezca entre mediados o fines de marzo", advierten.
Por su parte, Octavio Rivero y Marcos Bolados, quien se lesionó tras chocar con Claudio Baeza en una práctica, ya están a disposición de Guede, aunque su presencia ante el equipo de Mario Salas está en duda, de todas maneras. "Terminaron su período de rehabilitación en forma satisfactoria", indicó el club.
Por otro lado, Blanco y Negro puso ayer a la venta las entradas para el duelo con los cruzados. Según el club, los tickets del sector Arica, donde se ubica la Garra Blanca, fueron puestos a ocho pesos en vez de los ocho mil pesos que costaban en realidad.
El problema fue que las entradas (5 mil, aproximadamente) se agotaron rápidamente, por lo que ayer en Macul estaban reunidos los funcionarios de la sociedad anónima para determinar qué pasos seguir.