El escenario es atípico. Una pagoda frente a un estanque de 9x9 metros lleno de agua turbia. El agua turbia es la clave. Sobre ella pareciera que flotaran marionetas de madera, mientras que bajo ella se esconden los cables y varas que mueven los muñecos al ritmo de la música. Este escenario acuático estará desde el próximo sábado en el Teatro La Cúpula, para el estreno en Chile de las marionetas acuáticas de Vietnam.
El espectáculo une danza, teatro y música para presentar escenas tradicionales a través de muñecos coloridos y articulados. "Los distintos cuadros tienen un punto en común, reflejan la vida en el campo de Vietnam con alegría y felicidad en las aldeas pacíficas", cuenta Ngo Thanh Thuy, directora de la Thang Long de Hanoi, compañía nacional de teatro vietnamita que presentará el montaje en Chile hasta el 6 de octubre.
Ocho actores manipulan las marionetas que representan campesinos, agricultores, animales, hadas y dioses tradicionales como el dragón, la tortuga, el unicornio y el fénix. Con ellos se van combinando escenas de leyendas, como la danza del fénix y de las hadas, con representaciones de la vida rural, como pescar, nadar y atrapar ranas.
Todas las marionetas están hechas en madera de higuera y pueden llegar a medir cerca de un metro y pesar hasta 15 kilos. Música tradicional interpretada en vivo con un grupo de instrumentos autóctonos va marcando el ritmo de cada movimiento. Además el espectáculo incluye fuegos artificiales. "Los fuegos artificiales tienen un papel como decoración, hacen sorpresas y dejan un fondo de humo como ambiente místico en el escenario", dice la directora.
Las marionetas acuáticas nacieron lejos de los escenarios, en los campos de arroz del norte de Vietnam hace al menos mil años. Su origen está en las figuras móviles que se ponían en las plantaciones para espantar animales y controlar el clima, y que los campesinos manipulaban en una ceremonia que buscaba asegurar una buena cosecha.
En 1956 el rito salió de su escenario natural, para sumergirse en una piscina y viajar por el mundo como muestra del patrimonio vietnamita. El espectáculo ya se ha presentado en más de 40 países y hoy cinco elencos de la compañía Thang Long montan la obra simultáneamente. En 1996 el grupo llegó con sus marionetas acuáticas a España, entonces el diario El País publicó: "Un espectáculo asombroso por su vistosidad, por la peculiar manipulación de los muñecos (que obliga a los actores a permanecer sumergidos hasta la cintura) y, sobre todo, por su autenticidad".