Tenía al menos cuatro sobrenombres y su condición de alcohólico nunca le gustó al patrón del fundo donde cocinaba Rosa Rivas. Se fugó junto a ella entonces para vivir a su modo cerca del río Ñuble, y un mal día, borracho como nunca, la mató a guadañazos y luego liquidó a sus cinco hijos con sus manos, con el metal de la herramienta o a las patadas. Un mes después otra vez el alcohol determinó su destino: lo capturaron mientras bebía en una ramada de General Cruz, no muy lejos de Nahueltoro donde había cometido su quíntuple homicidio.
La lamentable historia de José del Carmen Valenzuela Torres, que tras esa captura fue educado, alfabetizado y fusilado en la cárcel de Chillán, dio origen a El Chacal de Nahueltoro (1969), película de Miguel Littin que fue elegida la mejor del cine chileno en una consulta de la plataforma Cine Chile. En la consulta participaron 77 profesionales ligados al ámbito fílmico, incluyendo directores, actores, críticos y periodistas. Entre ellos estaban, por ejemplo, los cineastas Ignacio Agüero, José Manuel Sandoval, Iván Osnovikoff, Matías Bize y Fernando Lavanderos; los actores Alejandro Trejo, Bastián Bodenhöfer y Mariana Loyola; los críticos Christian Ramírez, Pablo Marín, Ernesto Ayala y Felipe Blanco, y los académicos y programadores Raúl Camargo, David Vera-Meiggs, Pablo Corro y Jaime Córdova, entre otros.
La cinta de Littin protagonizada por Nelson Villagra ocupó el primer lugar con 57 votos seguida de Tres tristes tigres (1969) de Raúl Ruiz, con 49; Valparaíso mi Amor (1969) de Aldo Francia con 34; La batalla de Chile (1975) de Patricio Guzmán, con 34; y Largo viaje (1967), de Patricio Kaulen, con 23. Los otros cinco lugares en orden decreciente son Machuca (2004) de Andrés Wood; La frontera (1991) de Ricardo Larraín; El club (2015) de Pablo Larraín; Caliche sangriento (1969), de Helvio Soto, y El zapato chino (1979), de Cristián Sánchez.
La evidencia inimpugnable es que a la hora de las preferidas, los cinéfilos locales prefieren el cine del pasado, específicamente a los tres grandes estandartes del Nuevo Cine Chileno. Y para ser más rigurosos, a los tres que se exhibieron paralelamente en el Festival de Cine de Viña del Mar: El Chacal de Nahueltoro, la recreación del caso policial del hombre al que también se conocía como El Canaca , Campano o Trucha; Tres tristes tigres, la crónica santiaguina de noctámbulos sin rumbo ni sobriedad, y Valparaíso mi amor, la misiva de amor de Aldo Francia al puerto de su vida, muy deudora del neorrealismo italiano. Luego están La batalla de Chile, el monumental documental político de la crisis democrática en Chile, y Largo viaje, la reflexión poética de los pobres de Santiago de Patricio Kaulen.
Sólo en el sexto lugar aparece una cinta del siglo XXI, período que proporcionalmente ha entregado mucho más cine que las décadas anteriores. Se trata de Machuca (2004), de Andrés Wood. Y de Pablo Larraín, el cineasta chileno más mediático del momento, sólo se menciona a El club en el top ten. El resto de la encuesta se puede consultar Cinechile.cl.