Dos mujeres, entre 203 ganadores, han recibido el Nobel de Física: Marie Curie, en 1903, por su trabajo en la radiación, y María Goeppert-Mayer, 60 años más tarde, por su aporte en la creación del modelo de capa nuclear. Han pasado 53 años sin que otra mujer lo gane -es la disciplina donde menos de ellas lo han logrado-, lo que ha causado decepción en varios investigadores.
Candidatas merecedoras hay. Vera Rubin, por ejemplo, física estadounidense, que junto a Kent Ford descubrió en los 70 la materia oscura (cerca del 20% del Universo), suena cada año como una. ¿Por qué ella o alguna otra no ha ganado?
En primer lugar, son pocas las que se dedican a la ciencia, y muchas menos las que han tenido reconocimiento, dice la astrónoma María Teresa Ruiz, presidenta de la Academia Chilena de Ciencias. "Marie Curie obtuvo dos Nobel, pero nunca la dejaron pertenecer a la Academia de Ciencias de Francia. A las mujeres les ha costado validarse en el área y tampoco hay incentivos en la educación para que se dediquen a la ciencia", sostiene.
Beatriz Sánchez, física de la U. Católica, dice que barreras socio-culturales han dificultado el acceso y éxito de la mujer en distintas disciplinas, lo que se exacerba en la ciencia, considerada tradicionalmente de 'hombres'. "En algunos casos, el Nobel le fue negado a mujeres en beneficio de hombres que, en el mejor de los casos, tenían los mismos méritos. Estos bajos porcentajes de mujeres en ciencia no sólo se ven en el Nobel, sino en los centros o laboratorios de investigación y, en general, en el mundo laboral", dice.
En el Departamento de Física de la U. Chile, de 24 académicos, sólo dos son mujeres. María Luisa Cordero, es una. Dice que la proporción va en alza, pues hay más conciencia de que su ausencia en estos campos es un problema.
"Dejarlas fuera significa perder la visión, las ideas y, en general, las contribuciones que representan a la mitad de la población. Por ello a nivel mundial se impulsan iniciativas para atraer mujeres a la ciencia", dice. Agrega que hay sesgo. Se dice que las mujeres tienen menos capacidades para ciencia y matemáticas, e incluso quienes saben que no es así, favorecen a hombres para llenar una posición. Incluso estudios lo han demostrado.