Hace unos meses, cuenta la publicista y coach Macarena Salosny, su hijo de seis años le respondió "medio feo".
-A ver, ¿cómo me estás hablando así?
-Es que yo soy hombre – le increpó él.
-¿Cómo es eso? Si los hombres y las mujeres son iguales.
-No, mamá, los hombres hacen cosas que las mujeres no pueden hacer.
-¿Ah, sí? ¿Como qué?
-Los hombres se tiran en paracaídas y las mujeres no.
"Me fui para adentro", cuenta. Pero inmediatamente ella, que además había trabajado para la Fuerza Aérea, le explicó al niño que ella conocía a muchas mujeres que se tiraban en paracaídas, piloteaban aviones y otras cosas más. Pero la conversación la dejó pensando. "Él está creciendo en una familia donde me ve a mí trabajando, ha estado en mi oficina, ve a mi esposo que trabaja, que todos compartimos responsabilidades en la casa, y aun así pensaba eso", explica. Para Salosny, que llevaba varios años dándole vueltas a cómo generar mayor igualdad de género desde la infancia, ese diálogo fue un empujón.
¿Así llegas a Inspiring Girls?
Soy directora de admisión en Smart Coach, una academia internacional de coaching, y además escribo columnas. Investigando para una di con Inspiring Girls, una organización con base en el Reino Unido cuyo objetivo es conectar a niñas y jóvenes con mujeres líderes que sean modelos a seguir para aumentar su autoestima y aspiraciones profesionales. Ellos tenían presencia en países como España, Serbia e Italia, pero no en Latinoamérica. Era justo como lo que tenía en mente.
¿Cómo recibieron desde Inspiring Girls tu interés en participar?
Les escribí, les hablé de mi trabajo, mis columnas y charlas y pregunté cómo podíamos participar. Estuvimos conversando sobre la realidad chilena y les compartí datos: si lo ves a nivel latinoamericano, estamos 11 puntos porcentuales por debajo en la participación femenina en el trabajo. Solo el 43-45 por ciento de las chilenas trabaja y, de ese porcentaje, el 83 por ciento gana menos de 550 mil pesos. A ellas les pareció interesante tener una colaboración conjunta y yo puse a su disposición mis recursos y mis redes.
Tras el contacto con Inspiring Girls Internacional, Salosny les pidió ayuda a sus amigas. "Ahí se armó un equipo. La directiva de Inspiring Girls, que son cinco personas que colaboran de manera activa, más otro grupo grande de voluntarias que nos van a cooperar para temas más específicos", explica. En total, ya son casi 100 mujeres de todo Chile las que han contactado al equipo de Salosny para participar. Tras lanzar la página web de Inspiring Girls Chile, en junio realizaron el primer encuentro de voluntarias de Santiago y su primera visita a un colegio, el Monseñor Jaime Larraín Bunster, de Melipilla. "Me llamó la profesora muy emocionada. Es un colegio con altos índices de vulnerabilidad y tasas de deserción, entonces las niñas recibieron felices la charla, se sintieron empoderadas y motivadas", dice, y agrega:
"Si tú eres una niña que está en un colegio vulnerable y no conoces a ninguna profesional, excepto la profesora y la doctora que te atiende en el consultorio, ¿cómo se te va a ocurrir ser, por ejemplo, geóloga? O estudiar cualquier otra carrera, ni siquiera está dentro de tus opciones".
Pero ahí hay un problema no solo de género, sino de recursos.
Creo que más allá de la situación económica, muchas familias sí fomentan la superación de las niñas, pero otras tienen discursos más bien limitantes sobre lo que podemos hacer las mujeres. Que una niña no puede aspirar a más porque viene de una comuna pobre, o no puede hacer determinada cosa porque es para hombres. Hay estudios internacionales que dicen, incluso, que en algunos colegios las niñas no rinden de la misma manera que sus pares hombres simplemente porque es como parecerse a un niño. Piensan, yo soy femenina, entonces para qué voy a ser buena en matemáticas. No es un tema de capacidades, sino que es un tema de enfoque.
Lo que se viene ahora es el lanzamiento oficial, el 8 de agosto, en un lugar tradicionalmente masculino: la Bolsa de Comercio de Santiago, a donde van a llevar a sus embajadoras a conversar con un grupo de niñas, en un formato que llaman Speed dating, es decir, de citas rápidas. Entre este grupo de mujeres estará Jeannette von Wolfersdorff, la primera directora de la Bolsa en 122 años de historia.
¿Qué pasa con los niños?
También nos importan los niños. Hay muchos estereotipos de género que derribar con ellos. Inspiring Girls no solamente está enfocado en motivar a las niñas, también queremos ir a colegios mixtos y que los niños desde pequeños vean que hay mujeres que trabajan y se desarrollan exitosamente en sus carreras. Ellos son los futuros esposos, compañeros de trabajo, profesores, jefes, etc.
Tienes cinco hijos, una familia grande, ¿cómo crees que las mujeres compatibilizan la vida profesional con la familiar?
He estado en las dos caras de la moneda. Salí de la universidad, hice pareja, tuve a mis primeros cuatro hijos y no trabajé para tener el espacio y tiempo necesarios para cuidarlos, para participar en su desarrollo. Pero tras nueve años y medio de relación me separé y estuve en una casa de acogida del Sernam, escondida un mes. Cuando me fui me quedé sin plata, sin nada, y por eso el tribunal determinó que mi ex se quedara con mis tres hijos grandes. Yo tenía que rearmarme, transformarme en la mujer que quería ser, para que mis hijos tuviesen mi ejemplo y no creyeran que la mamá se había ido de la casa por una pataleta. ¿Cómo le decía a mi hija "yo quiero que seas feliz y que persigas tus sueños" si veía que yo no estaba persiguiendo los míos?
¿Cómo viviste ese momento?
Fue todo muy doloroso. Hice lo que la gran mayoría de las mujeres en mi situación hace. Empecé con un emprendimiento, para generar lucas con flexibilidad horaria, porque estaba en medio de un juicio, yendo a tribunales. Entremedio conocí a mi actual marido y tuve a mi quinto hijo. Y ahora ya estoy full trabajando, full ejecutiva. Lo bueno es que trabajo en una empresa con harta flexibilidad, tengo horario de mamá, pero sin duda es difícil conciliar los dos roles. Muchas mujeres trabajan con culpa, pero yo considero que en el mundo laboral estamos abriendo camino. Por eso es tan importante la solidaridad femenina, no andar recriminándonos, que si te quedas en la casa te dicen "oh, mira, te estás perdiendo", y si estás trabajando el discurso es "estás dejando botado a tu hijo".
¿Las chilenas son machistas?
Somos bien machistas. Nos quejamos de que los hombres acaparan un enorme espacio en el ámbito laboral, pero nosotras también estamos ocupando un espacio en la casa en el que muchas veces tampoco delegamos tanto. Es súper importante generar espacios y apertura para que ellos también se empoderen en el hogar, conciliar actividades para ambos lados. Porque cómo haces tu vida familiar también contribuye directamente en cómo tú hijo va después a construir pareja. Está bien que el papá mude, cuide a los niños, que los vaya a dejar al colegio, que asista a las reuniones de apoderados, porque a veces una quiere ser la supermamá, supermujer y podérselas todas. Hay que alinear las expectativas y definirse plazos.
¿Plazos de qué?
A lo mejor yo digo "me voy a dar dos años para participar de manera activa en la crianza de mi hijo" y después de esos dos años voy a estudiar, vuelvo a trabajar o al menos comienzo a generar redes de contactos, porque es fundamental no estar sola, no descuidarse. Que la maternidad no sea una renuncia, sino una ganancia compartida. Es necesario demostrar que hay diferentes opciones en la vida y que podemos tener variados roles.
¿Cuáles son tus expectativas con Inspiring Girls Chile?
Visibilizar la contribución que están haciendo las mujeres a la sociedad, con sus trabajos, sus investigaciones, su participación en términos de liderazgo, y que eso sea un incentivo para los niños y niñas de nuestro país, para que ellos sigan sus propios sueños, sin ponerse límites.