El mundo anglosajón de pronto se llenó de libros con la palabra fuck. El libro más leído actualmente en Amazon es The Subtle Art of Not Giving a Fuck, del bloguero Mark Manson. Fuck Love es otro, escrito por un siquiatra y su hija comediante, quienes antes firmaron otro hit editorial: Fuck Feelings. También está Unfuck Yourself, que exhorta a las personas a "salir de tu cabeza". Y está el caso de The Life-Changing Magic of Not Giving a Fuck, que se ríe de Marie Kondo, la "gurú del orden", famosa por proponer que la felicidad parte por achicar el clóset.
Son parte de un nuevo fenómeno que algunos han llamado la autoayuda anti-autoayuda: una reacción a la corriente tradicional, no sólo más irreverente y malhablada, sino más escéptica, realista y sobre todo muy crítica de la sicología positiva, detrás de muchos de los best sellers de autoayuda. Llaman a aceptar que muchos de nuestros atributos no se pueden cambiar y creen en el poder terapéutico de decir que algunas cosas importan una mierda.
Esta nueva oleada es a veces una rebelión contra la filosofía del sistema educativo. El libro de Mark Manson, por ejemplo, se presenta como antídoto para la mentalidad que dice que hay que mimar a todos. Mentalidad que, escribe, "ha estropeado a una generación, recompensándola con medallas de oro sólo por participar". En Fuck Feelings, por su parte, los autores llaman a aceptar que la vida tiene realidades crueles. Un ejemplo entre muchos: nuestros deseos sexuales no están alineados con nuestras oportunidades.
De esta nueva camada, eso sí, el libro más elogiado no dice fuck en su tapa. Tampoco viene de Estados Unidos. Lo firma el sicólogo y filósofo danés Svend Brinkmann y se titula Stand Firm: Resisting the Self-Improvement Craze (Manténte firme: Resistiendo la manía del auto-mejoramiento). Brinkmann, que pasó de desconocido a intelectual público en Dinamarca tras este ensayo, elabora una crítica no sólo a la autoayuda convencional, sino también a las exigencias de la sociedad actual, como promover la innovación constante y la persecución del éxito, un mundo individualista que tiene a muchos infelices, sostiene.
Dentro de lo que critica con más fuerza está la fijación contemporánea con "buscarse a sí mismo" y "encontrar mi verdadero yo". "Ser tú mismo no tiene ningún valor intrínseco", escribe, proponiendo que lo significativo está hacia afuera: nuestra relación y nuestros deberes con la gente con la que estamos interconectados. Tampoco hay que ser sinceros siempre de los sentimientos, sostiene, dado que muchos son infantiles o destructivos. "Los adultos deben elegir la dignidad por sobre la autenticidad", escribe. Muchos de sus consejos se inspiran en los estoicos, los filósofos antiguos que defendían la resistencia y el autocontrol, y de los que hoy se habla mucho, en parte, debido a que se han puesto de moda en Silicon Valley.
Uno de los que aplaudió Stand Firm fue el escritor Oliver Burkeman, que tiene una columna semanal sobre temas de autoayuda en el diario The Guardian. Se titula irónicamente "Esta columna cambiará tu vida". Burkeman, quien más allá del sarcasmo escribe muy en serio sobre estos temas, cree que estamos entrando en una nueva era de la autoayuda.
"Este nuevo género de autoayuda anti-autoayuda es fascinante para mí", cuenta por email. "En algunos casos repite los errores de la autoayuda original. Pero en otros puede ser una manera realmente refrescante de sacudirte hacia una perspectiva diferente. No estoy interesado en el tipo de libro que sólo te dice que pares de preocuparte de encontrar la felicidad (¡no es tan fácil!). Pero disfruté mucho del libro de Brinkmann, además de otros".
Burkeman es también autor de un libro de anti-autoayuda, sólo que fue publicado años antes de esta oleada, The Antidote (2013), cuyo subtítulo se traduce así: "Felicidad para gente que no soporta el pensamiento positivo". Fue celebrado por su postura contraintuitiva de abrazar lo negativo y criticar la autoayuda tradicional.
"Hay varios problemas con la autoayuda", dice Burkeman consultado sobre esto último. "Uno es que no está dentro de los intereses financieros de esa industria dar soluciones reales y duraderas, porque entonces la gente podría dejar de comprar sus libros. Pero también hay algunos problemas más sutiles. Por ejemplo, una gran cantidad de autoayuda se centra simplemente en tratar de hacer desaparecer los síntomas de la gente: si te sientes triste, he aquí cómo sentirte feliz y así sucesivamente. Pero cada vez pienso más que deberíamos mirar a nuestros sentimientos negativos no como cosas simplemente para ser eliminadas, sino más bien entendidas. A veces la tristeza es apropiada. Otras veces puede ser una señal de que necesitas hacer algún cambio significativo, en vez de simplemente recoger consejos para alegrar tu estado de ánimo".
Filósofos antiguos y YouTube
Los estoicos no son los únicos filósofos antiguos de los que hoy se extraen lecciones para la vida contemporánea. Los filósofos chinos también son objeto de rescate, en particular gracias a Michael Puett, un profesor de historia china en Harvard que transformó su curso sobre estos pensadores —la tercera clase más popular de esa universidad— en un libro.
Coescrito con la periodista Christine Gross-Loh, se titula The Path: What Chinese Philosophers Can Teach Us About the Good Life (El camino: lo que los filósofos chinos nos pueden enseñar sobre la buena vida) y ha recibido excelentes críticas. "Autoayuda inteligente", lo llamó The Times, uno de los medios que celebró el rescate que hace de las lecciones de pensadores como Confucio, Mencio o Lao-Tse.
A diferencia de los filósofos occidentales, plantea el libro, estos pensadores chinos no hacían grandes preguntas. Eran pragmáticos y creían que los grandes cambios sólo ocurrían partiendo por lo mundano y realizable. Algunas de las lecciones que desarrolla a lo largo de 200 páginas son: dejar de buscarse a uno mismo, creer en el poder de los rituales y los hábitos, entender el mundo como caprichoso y que es a través de nuestras interacciones y experiencias que crecemos.
El profesor Michael Puett hace poco estuvo en Londres hablando de su libro y fue invitado a dar una charla a la School of Life, la organización fundada por el filósofo y ensayista Alain de Botton que desde hace años enseña filosofía para la vida diaria en sedes físicas, libros o en YouTube.
De Botton también representa una variante distinta de autoayuda moderna, más culta y crítica, pero autoayuda finalmente. Autor de Cómo cambiar tu vida con Proust y de un puñado de best sellers sobre el amor, el dinero o los viajes, el suizo ha defendido la etiqueta, consciente de su mal prestigio, pero también de que es preciso revertirlo.
"Durante 2000 años en la historia de Occidente la mayoría de la filosofía fue simplemente autoayuda", dijo denunciando que luego se recluyó en las universidades para dejar de serle útil a las personas. Declaró eso al editar años atrás una serie de seis libros de autoayuda ("con sólidas ambiciones intelectuales", "escritos por expertos en sus campos"), que empiezan todos con la palabra "Cómo". El mismo firmó uno: Cómo pensar más en el sexo.
La serie ha seguido creciendo con nuevos títulos sobre cómo envejecer, lidiar con la adversidad, encontrar pareja, pensar menos en dinero o, uno de los últimos, Cómo aburrirse, dedicado a entregarse al aburrimiento y encontrar sentido en no hacer nada.
Lo que también ha crecido, tal vez más, es el canal de YouTube de The School of Life, que suma más de dos millones y medio de suscriptores. Allí, el propio Alain de Botton —un tipo resistido por la intelectualidad, que lo considera banal, pero reverenciado por el público general— narra varios de los videos animados que producen sobre tópicos tan dispares como el pensamiento de Nietzsche, consejos para ganar confianza o entender por qué nos carga la gente demasiado simpática.
De Botton, desde luego, tiene un par de charlas TED, formato que también se ha vuelto un surtidor de cierto tipo de autoayuda. Dentro de las más vistas en la historia de TED varias caben en ese saco, entre ellas "Diez cosas que no sabías del orgasmo", "Nuestro lenguaje corporal moldea nuestra identidad" o "Por qué hacemos lo que hacemos", del famoso coach motivacional Tony Robbins, objeto de un documental de Netflix el año pasado: I'm Not Your Guru.
Internet pareciera amplificar con fuerza voces que tengan algo nuevo que decir sobre el desarrollo personal. Un podcast multiplicó la fama de Jocko Willink, un condecorado militar de elite que va camino a su segundo best seller: el primero fue un libro de liderazgo basado en su experiencia militar y acaba de lanzar el segundo, uno para niños sobre cómo enfrentar el bullying (Way of the Warrior Kid). "Una de las razones por las que lo escribí fue porque no pude encontrar libros para mis propios hijos que los animaran a adoptar características que valoro, como enfrentar los miedos y ser fuertes", dice.
Asimismo, un canal de YouTube transformó en cuasi celebridad al sicólogo Jordan B. Peterson, quien hasta hace poco era un silencioso profesor universitario. Ahora es una suerte de figura paterna para muchos internautas hombres y extraviados, como lo notó hace poco la revista National Review.
Hace unos días, la famosa bloguera María Popova lamentó que cualquier canal interesante de YouTube terminase transformándose en autoayuda, quizá no muy consciente de que su visitado sitio, Brain Pickings, también puede ser considerado como tal. Su página, que partió hace diez años siendo únicamente un correo que enviaba a amigos, trata sobre ciencia, sicología, artes, pero también es una suerte de búsqueda constante de significado y de una suerte de espiritualidad secular. "Despertar", "conciencia", "sabiduría", "calma", "inspiración" son conceptos que se repiten en sus artículos.
El blog, que tiene una marcada sensibilidad femenina, nació también a partir de su desafección con la universidad, donde dice que encontró sólo pedazos de información, no lo que los conecta. Tampoco encontró conocimiento sobre qué significa vivir una vida con sentido, lo que, según sus palabras, es el propósito de su sitio.
Puede que Popova, los libros que defienden decir fuck o la actualización de la filosofía china sean todos casos muy diferentes. Pero comparten el ser una reacción a la enseñanza y a la autoayuda tradicionales. La primera no da espacio a preguntas sobre cómo vivir y la segunda las ha contestado, pero de manera poco sincera. El tiempo sabrá si estos nuevos enfoques marcan o no una diferencia.