Las otras polémicas en la carrera de Vanderlei Luxemburgo

Lavado de dinero, acusaciones financieras y opiniones en Twitter han marcado al entrenador brasileño.




En Brasil, no hay dos opiniones sobre Vanderlei Luxemburgo, o Wanderlei, como le gusta firmar autógrafos al técnico de Gremio. En el mundo del fútbol el entrenador recibe el apodo de "Gato", a partir de un oscuro episodio que protagonizó en 1971, cuando intentaba conseguir su licencia como futbolista. Frente al registro, insistió que tenía 17 años, cuando en realidad ya contaba con 19, y que su verdadero nombre era Wanderlei. Pese a ser descubierto, culpó a su padre fallecido, por el error.

Más allá de aquella historia, su carrera como futbolista, en la que se desempeñó como lateral izquierdo, duró 11 años y militó en Botafogo, Flamengo e Inter. Apenas algunos meses después de su retiro, empezaría una carrera como técnico, que siempre estuvo marcada por disputas judiciales a la par de sus éxitos deportivos.

Los títulos conseguidos a fines de los noventa con algunos clubes paulistas, como Palmeiras y Santos, le trajeron el reconocimiento del medio brasileño. Claro que también destaparon algunos escándalos resonantes.

En 2000 le cayó una acusación de evasión fiscal y de envío de dinero hacia una cuenta bancaria en Islas Caimanes. La presentación, hecha por su ex secretaria Renata Moura de Alves generó un clima complicado para el técnico, pues se sumaba al mal rendimiento en las Eliminatorias para Japón-Corea (el 3-0 de Chile en el Estadio Nacional, destacaba en ese aspecto) y la eliminación en Sydney 2000 a manos de Camerún, tras la cual sería despedido.

Amante de las corbatas y zapatos, Luxemburgo estuvo lejos de mantenerse por el buen camino tras estas acusaciones. En 2003, el técnico volvió a verse involucrado en otro oscuro episodio económico.

Y a pesar de que en 2000 quedó libre de las acusaciones, tiempo después una nueva, relacionada con el lavado de dinero y compra-venta de jugadores, sí tuvo asidero. Por ello fue condenado en primera instancia a cinco años y tres meses en prisión, así como a pagar una multa de casi 200 mil dólares. Tras el recurso que presentó, la pena quedó reducida a una multa de 400 mil dólares, sin cárcel.

En la cancha, en 2005 fue cesado tras 11 meses en el Real Madrid, debido al pobre rendimiento y nivel que mostraba el equipo.

Una de sus polémicas más recientes fue en 2009, en su último paso por Palmeiras, cuando criticó por Twitter las actitudes de Keirrison, situación que motivó que la directiva lo cesara.

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