El cuoteo político, la repartición de cargos públicos según la militancia y no necesariamente por la idoneidad para desempeñar las funciones, es una antigua práctica, que volvió a estar al centro del debate debido a las irregularidades detectadas en Gendarmería, organismo dependiente del Ministerio de Justicia, donde sus funcionarios acusan que la institución es empleada para pagos de favores políticos. Similar caso en el Servicio Nacional de Menores, donde la crisis que enfrenta el sistema, dejó al descubierto la red de militantes e intereses partidarios que tienen tomado al sistema.
Según señala la abogada María Jaraquemada, directora de Incidencia de Espacio Público y miembro del Observatorio Anticorrupción "históricamente los gobiernos distribuyen los cargos bajo el criterio de mantener el equilibrio político de sus coaliciones. La mala práctica ocurre cuando lo que prima es la militancia y no los méritos para desempeñar el cargo".
Al interior del gobierno tienen presente que el sistema de Alta Dirección Pública, creado el 2004 precisamente para atraer a buenos profesionales al aparato del Estado y transparentar los procesos de selección, ha presentado vacíos y fallas que permiten que sea vulnerado. Por eso se envió el año pasado al Congreso un proyecto de reforma al sistema de ADP, que propone entre otras materias suprimir la figura de los directores transitorios y provisionales, que permanecían indefinidamente en los cargos evitando hacer concursos; ampliar los servicios públicos adscritos al sistema, sumando, por ejemplo, al Sename, Fonasa, Injuv y la Dirección del Trabajo; e impedir que se realicen sin justificación cambios de directivos en los ocho meses anteriores y seis meses posteriores a una elección presidencial, para evitar politizar los servicios.
El proyecto ya en segundo trámite podría votarse a inicios de agosto en el Senado. Para Mario Waissbluth, ex consejero de la ADP, "ese es un muy buen proyecto de ley, que permitiría tapar los forados del sistema que se dejaron, un poco deliberadamente, en la ley del 2003. Está por verse si acaso el actual Congreso no se dedica a demolerlo o retrasarlo, siendo la pitutocracia una pieza clave del clientelismo ya instalado en el sistema gubernamental". Waissbluth junto a un numeroso grupo de académicos y ONGs como Chile Transparente, Chile21 y BasePública, entre otras, impulsaron en redes sociales la campaña #noalcuoteo que busca terminar con esta práctica en organismos colegiados como el Servel, el Tribunal Constitucional, el INDH y directorios como TVN. Proponen que dichos miembros sean elegidos por el Congreso, pero en debates transparentes y televisados donde primen las competencias por sobre los contrapesos políticos.
El mapa del cuoteo
La dirigenta de los funcionarios del Sename, Alicia del Basto (militante DC), atenta a las medidas que tomará la nueva directora Solange Huerta, resume los equilibrios políticos del servicio así: "el Sename siempre ha estado intervenido por la DC. Desde la directora Oriana Zanzi todos son del partido. Y desde los asesores hasta auxiliares de aseo son del partido. Con Delia del Gatto ella al menos daba un departamento a los socialistas y había equilibrio. Pero esta administración es sin pudor, se les pasó la mano con Marcela Labraña todos los asesores eran DC. Salvo las direcciones Metropolitana y VII que son PC, donde contratan gente PC".
Santiago Candia, director del Hogar Buen Camino, de la Fundación Padre Semería, que llegó a trabajar como coordinador al Sename por un 60% más de sueldo, no imaginó el costo de no tener militancia política. Renunció al año acusando constantes presiones para contratar gente del PC e incluso que le pedían inscribirse en esa colectividad, porque el suyo era un "cupo PC". Una versión que difiere con la de su ex jefa la directora regional metropolitana del Sename, María José Montero (PC), dice que él se fue por desacuerdos técnicos y no políticos. "La contratación de Santiago que no era militante es prueba que mi partido jamás me ha exigido que contrate militantes, yo lo hablé con mi partido les consulté".
Y aunque son muchas las reparticiones cuyos cargos están distribuidos equitativamente entre los distintos partidos políticos, las que manejan recursos, beneficios o programas sociales, se les vincula a ciertas colectividades. La DC maneja organismos como Sename, Senama, Injuv, Cenabast o la Agci. En el partido comentan que cuando el DC Cristóbal Acevedo asumió la dirección de Junaeb en reemplazo de su camarada José Miguel Serrano, se sorprendió que hasta el programador web era hijo del diputado DC. Sergio Ojeda
El PS en tanto domina servicios sociales como Fosis o Sence. El PPD suele reclamar parcelas de poder en el sector Salud, ya sea Fonasa y otros más técnicos como Sernageomín, aunque es el partido radical el que tiene desde siempre sus fichas y profesionales en Minería.
Los gobiernos intentan equilibrar el control al interior de las reparticiones entregando el ministerio a un partido y la subsecretaría a otro, proporcionalmente al peso electoral de cada uno, sin embargo, los partidos se imponen para elegir a jefes de administración y finanzas y a los fiscales que son los que manejan en la práctica el servicio.