Para cualquiera, sobrevivir a un accidente aéreo es volver a nacer. Sin embargo, este nuevo nacimiento ha sido muy complicado para Ximena Suárez, la azafata del vuelo de Chapecoense que esquivó a la muerte luego del siniestro en Colombia.

Suárez, 28 años y madre de dos hijos, ha encontrado múltiples inconvenientes para financiar su recuperación. La aeromoza denuncia que los seguros sólo le cubren gastos médicos y no la parte psicológica. Además, acusa a la aerolínea LaMia -la propietaria de la nave siniestrada- de deberle cinco meses de salario: Tres previos al accidente y los dos siguientes.

Por este motivo, Suárez ha iniciado una campaña para recaudar fondos a través de Internet. Esto, "ya que el seguro de Bisa (compañía de seguros) de lo que tanto preguntan me cubrió solo gastos medicos hasta ahora, y todavia falta demasiado. Hasta ahora no he recibido ninguna indemnizacion de los que ustedes hablan, aparte que me deben cinco meses de salario y no han dado al cara hasta ahora".

De acuerdo a la BBC, la póliza de seguro que tenía LaMia con la compañía boliviana Bisa cubría hasta US$25.000 para el pago de gastos médicos de los tripulantes. "Hemos conseguido con trabajos judiciales que la aseguradora pague parte del tratamiento", explicó a la BBC el abogado de Suárez, Carlos Subirana.

"Toda esta recaudación que pido es para continuar mis terapias fisicas y psicologicas, medicamentos para seguir mis tratamientos. Aparte que estoy con abogado, tengo que pagar sus honorarios y mantencion de mis hijos. Y que hasta el dia de ahora el abogado no me ha dado noticias de indemnización", explica Suárez.

Por otro lado, Subirana asegura que LaMia se ha negado a pagar una indemnización por el impacto emocional de la tragedia. Según consigna la BBC, la azafata no tiene derecho a este pago porque "no murió en el accidente", de acuerdo a lo explicado por la aerolínea.

En cuanto a su condición médica, la sobreviviente afirma que "lamentablemante en este momento no puedo estar sentada por mucho tiempo, peor parada ya que presento problemas de columna y del pie. Recibo fisioterapias, ademas de terapias psicológicas y psiquiátricas".

"Lo que yo quiero es salir de todo esto, terminar mis terapias y ponerme a trabajar. Mi sueño siempre ha sido volar. Eso es lo que estamos trabajando con mi psicólogo, porque yo no sé si puedo volverme a subir a un avión. Pero eso es mi pasión", cierra la azafata.