¿Se veía bien Natalie Portman? La actriz del año, la más esperada, la protagonista, la tenía difícil en los Globos de Oro, por el grado de atención que hay sobre ella, porque se esperaba mucho, porque es la portada del último Vogue -por lo tanto, es "símbolo" del glamour hollywoodense-. Y apareció como pocos lo esperaban: con un traje en seda blanca con sombra rojiza y un rosetón bordado de los diseñadores experimentales holandeses Viktor & Rolf -los del popular perfume Flowerbomb-. Eso, junto a unos labios rojos, un peinado de señora severa y muchos brillantes de Cartier. Da para análisis.
En lo concreto, algunas lumbreras de la alfombra roja, fallaron. Como la top model Heidi Klum y su versión ropa usada de los trajes de la onda disco de los años 70, una creación de Marc Jacobs -modisto de Louis Vuitton-. Helena Bonham Carter y su look de bruja de película de Tim Burton, con un traje de la inglesa reina del punk Vivienne Westwood, y combinando un zapato verde con otro rojo. O incluso la también esperada Sofía Vergara, con un vestido en un tono que estaba demasiado encendido y un corte que daba demasiadas vueltas.
Al contrario, los colores sorpresivos y frutales, y las estructuras simples pero perfectas hasta más no poder de Calvin Klein, marcaron lo mejor de la noche. Como Emma Stone y su sencillo vestido melocotón, o Claire Danes, siguiendo la misma línea. Lea Michelle se veía fresca, sana y muy bien vestida en su Oscar de la Renta. Por el lado de los cortes de divas, Eva Longoria estaba ajustada y glamorosa a la antigua con un modelo negro del estadounidense Zac Posen. El mismo que paseó por la alfombra roja Kelly Osbourne, y que también a ella la favorecía.