Polémica y disgusto generaron en Coyhaique las palabras del subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena, sobre la contaminación atmosférica de la ciudad. La falta de lluvias ha potenciado los graves problemas de contaminación en la zona proveniente de las cocinas y calefactores a leña.
Consultado al respecto, el subsecretario indicó a El Mercurio que a la falta de lluvias se suma un desacato a las restricciones fijadas por los planes de descontaminación. "En Coyhaique hay casas con más de un calefactor, que generan hasta 25 grados. Las personas andan con short y polera en la casa. En cambio, las ciudades del centro han aprendido a adaptarse abrigándose, con una temperatura promedio dentro del hogar de unos 19 grados", afirmó.
Las declaraciones de la autoridad provocaron críticas de los ciudadanos, de medios regionales y de parlamentarios. "Creo que más que hacer este tipo de comentarios, lo importante es buscar soluciones", dijo el senador Patricio Walker.
Finalmente, Marcelo Mena acusó que sus palabras fueron sacadas de contexto y señaló que nunca quiso generalizar.
"Lamento mucho que se haya malinterpretado la intención de lo que estaba hablando, realmente fuera de contexto no se explica bien. Yo no quisiera generalizar nada, simplemente me refería a que durante la emergencia ambiental que me tocó visitar recientemente encontré que habían situaciones en las cuales me tocó por ejemplo tomarme un café en una zona en al cual estaba utilizando una calefacción que era ilegal, que tuvo que ser fiscalizada por la Superintendencia del Medio Ambiente", dijo el subsecretario a Radio Genial.
"Por eso me parecía que de repente algunas personas, no todas y de hecho hoy en día la minoría, estaban utilizando calefacción en forma indebida en días de mala calidad del aire. Entonces en ese contexto de la emergencia me parecía un poco preocupante que se hubiera hecho el esfuerzo necesario en algunas condiciones, pero la minoría y bajo ninguna circunstancia representa a la población general de Coyhaique", añadió.
Asimismo, Mena enfatizó que "no estaba hablando de los hogares. Me tocó estar en un edifico público y vi una condición de 30 grados de operación y por eso me llamó la atención esa condición (...) es importante partir por la eficiencia energética para poder resolver la problemática. Un calefactor menos contaminante que tiene un combustible más caro con un sistema de temperatura más alto va a ser difícil, porque simplemente va a encarecer la calefacción y no va a cumplir los objetivos".