Las posturas de los candidatos que disputarán la presidencia del Colegio Médico

Es el único postulante que ya inscribió su candidatura. Pablo Araya (57), especialista en medicina legal y medicina física y de rehabilitación, dejó su militancia en RN para proyectarse como dirigente gremial. Así, el seleccionado paraolímpico de tenis espera "golpear la mesa" en temas como reforma al sistema privado y construcción de hospitales.

¿Por qué quiere presidir el Colegio Médico?

Como lista tenemos muchas buenas ideas y hemos desarrollado un trabajo a lo largo de la historia. Queremos pelear por las situaciones del gremio, golpear un poco la mesa respecto de algunos proyectos, porque se han distorsionando cosas y desatendido otras imprescindibles, como la reforma al sistema privado. También se necesitan más y mejores hospitales, pero la gente ha sido postergada, la construcción se ha postergado y con ello hay menos atenciones, menos plazas para médicos. Además, Fonasa se tiene que modernizar y la libertad es fundamental, la gente debe poder elegir sus médicos.

¿Qué lo distingue de los otros candidatos?

Los matices son relevantes. Estamos, por un lado, las personas que queremos construir dentro del mundo gremial y, por otro, quienes quieren construir desde el mundo ideologizado o político. Queremos defender a los médicos y aportar en el mundo público y el privado, ambos en franca crisis. Tiene que haber soluciones innovadoras, pragmáticas. No queremos usar el gremio como instrumento político.

¿Cuál es su opinión de la gestión del Ministerio de Salud?

Hacer gestión en salud es muy difícil y complejo. Entendiendo eso, creo que no ha sido buena: tenemos deuda hospitalaria, falta de camas, errores en el decreto Auge/GES, no hay reforma a la salud privada y eso es una bomba de tiempo, mientras que Fonasa es una bomba de humo, con aranceles que no se reajustan por IPC.

Sorprendió al ser electa la primera presidenta del Regional Santiago del Colegio Médico, y ahora quiere hacer lo mismo con la presidencia nacional. Izkia Siches (31), internista y con siete años en el gremio, fue parte de las Juventudes Comunistas, aunque ahora no milita.

¿Cuál es su diagnóstico del sector al momento de postular a la presidencia?

Hay sectores en el Colegio interesados en transformaciones, en no seguir estancados, quieren renovación y cambios, como avanzar hacia la participación y democracia de las decisiones. La salud no se puede postergar más.

¿Qué corriente representa usted?

Una lista diversa de sectores políticos, religiosos y valóricos. Este gremio tiene particularidades y nos va tocar representar a todos. Nos apoya gente desde la DC hasta la Izquierda y otros sectores de la Nueva Mayoría. También cercanos a Revolución Democrática y movimientos autónomos, viudos de las promesas de mejorar la salud.

Sus cercanos destacan su frontalidad en el discurso, mientras otros critican su "intransigencia". ¿Cómo representarlos a todos?

Estoy convencida de que los médicos tienen sensibilidad social en temas de salud y perciben las contingencias. Mis contrincantes parten de la caricatura de que soy intransigente, pero no soy tonta y no me voy a disparar en los pies.

¿Qué opina sobre temas complejos del gremio y el Minsal, como las sociedades médicas y la reforma de salud pendiente?

El gobierno no ha dado incentivos claros para que las sociedades médicas no sigan creciendo y se han transformado en soluciones en los hospitales ante las carencias. Lo que hay que hacer es dotar a los centros de especialistas. En cuanto a la reforma, se debe abarcar al sistema de salud completo, porque los chilenos esperamos más en ese sentido; llegó el momento de ver cómo hacemos crecer el sistema público y cómo ordenamos el sistema privado".

El cirujano Sergio Rojas (53) define su candidatura como "de continuidad" de la actual administración, liderada los últimos seis años por Enrique Paris. Llegó al gremio en 2002 y hoy es el presidente de la Fundación de Asistencia Legal y tesorero de la mesa nacional.

¿Qué diferencia tiene su lista con las otras?

Tiene personas de todos los sectores políticos. Yo respeto todas las líneas, porque todos podemos contribuir a una mejor salud en Chile. No estoy en ningún extremo y creo en la representación de todos los pensamientos.

¿Por qué apuesta por continuar la gestión?

La cantidad de logros y el prestigio adquirido hay que continuarlos, y no caer en un colegio instrumentalizado y politizado. Hemos mostrado muchos hechos. Aprobamos tres leyes de mejora de sueldos para el incentivo al retiro y que los médicos vuelvan a la administración pública y a las regiones, y con otros logros administrativos, sólidos, hemos casi doblado la cantidad de afiliados y bajado al mínimo la desafiliación.

¿Cuáles ejes potenciaría?

Queremos seguir representando los intereses de los médicos y defendiendo la salud pública, pero también la privada. Ahí hay un espacio para desarrollar y que se complementen los dos sistemas. Hay que limitar las ganancias en salud, para que no se convierta en un negocio, porque creemos que debe ser un derecho. Además, para la gente que requiere salud pública, las atenciones deben ser de calidad, pero también deben tener derecho a elegir.

¿Que opina sobre el Eunacom, que ha implicado la salida de médicos extranjeros de la red pública?

No estamos contra los médicos extranjeros, pero sí estamos a favor de que se nivele con la calidad que existe en Chile. Eunacom hay que mantenerlo, perfeccionarlo, pero no podemos deteriorar la calidad usando como excusa la falta de profesionales. La calidad es intransable.