Un casting de gritos. Esa fue una de las pruebas que le hizo Pablo Illanes a las actrices de su opera prima, Baby shower, que lleva tres semanas filmando en el fundo San Miguel, en Colina, y que prepara su estreno para mediados del próximo año. Como se trata de una cinta de terror -sobre cinco amigas que se reencuentran en un baby shower y a mitad de velada empiezan a lidiar con asesinatos-, que los gritos parecían reales era una condición fundamental.

"Independiente del registro vocal que tenga cada actor, demanda ciertas herramientas el tema, porque hay gritos más profundos, alaridos, gemidos, y claramente hay que estar pendiente, porque los actores trabajan con su voz y hay que cuidar esa parte como herramienta", explica el autor, que ha escrito dos novelas (Una mujer brutal y Fragilidad), 10 teleseries (desde Adrenalina hasta Conde Vrolok) y un guión cinematográfico (Radio corazón), pero que esta vez debuta como director.

"El terror está por nacer", reza el tagline de su cinta, que convocó a diversas actrices (Ingrid Isensee, Francisca Merino, Patricia López, Claudia Burr y Sofía García, entre otras) y que también marcará la presencia del padre de Illanes en un breve rol. La banda sonora está siendo compuesta por el músico Jimmy Frazier -pareja de Katyna Huberman- y el director del filme adelanta que "ya tenemos todos los temas compuestos y hay uno central que se llama Lejos del mal, que es el único con letra".

La experiencia del rodaje, dice él, lo tiene entusiasmado: "Estoy feliz con el elenco, aplaudiendo de pie cada plano, porque no es una película fácil: hay acción, persecuciones, sangre, polvo, tierra y cada 10 minutos abro la boca de sorpresa. El nivel de compromiso en la actuación llega a niveles que nunca imaginaste, porque cuando eres guionista, te comprometes 100% en la palabra escrita, pero no ves todas las escenas, nos estás presente en todas las anécdotas y experiencias que implica un rodaje".

Ingrid Isensee, una de las protagonistas y que debuta en la pantalla grande, dice que está cómoda con la filmación: "Estoy feliz, fue una súper decisión haber aceptado este proyecto, es perfecto". Y Patricia López, quien interpreta a una maestra de una comunidad espiritual de Santiago "con códigos propios", añade que "mi personaje tiene un viaje único, un arco dramático maravilloso, por lo que agradezco mucho viajar en una película como lo voy a hacer con este rol".

Todos quienes trabajan en el largometraje coinciden en que el equipo de trabajo es especial. "Hay una mística increíble", cuenta Illanes. "Una cosa kármica, porque estamos todo el rato hablando de sangre y ejecuciones, entonces hay que subir el ánimo de alguna manera, porque no es una comedia,  sino una película dura, con todos los elementos para dejar al público al borde del asiento". Mientras, Patricia López va más allá: "Hay gente muy profesional, me siento en familia". Y dice que su conexión con Illanes ha sido especial: "Estar en su ópera prima ha sido un regalo".