Seis meses de retraso respecto de su fecha tradicional de difusión, en julio, acumula la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2013.

Aunque la primera respuesta oficial para explicar la tardanza apuntó a las complejidades  de la nueva metodología que se aplicará para medir la pobreza, fuentes cercanas al estudio aseguran que una de las principales razones radica en las diferencias entre el gobierno y el Centro de Microdatos -de la U. de Chile- que se tradujeron en una demora en la obtención de la base de datos.

Lo anterior en un contexto políticamente complejo para la ministra de Desarrollo Social, Fernanda Villegas, mencionada recurrentemente como candidata a dejar el gabinete de Michelle Bachelet en un eventual ajuste ministerial.  Esto se suma a la dificultad del Ejecutivo para escoger el momento propicio para anunciar los resultados de una medición que, se anticipa, mostrará una reducción de la pobreza bajo la administración Piñera, desde el 14,4% de 2011.

Excesiva prudencia

Al igual que en las Casen anteriores, en 2013 el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) adjudicó el trabajo de campo al Centro de Microdatos. Pero a diferencia de otros años, la relación se extendió más allá de lo habitual. "A comienzos de diciembre, una vez que el proceso ya se había cerrado, el ministerio le dijo a Microdatos que estaban preocupados de que el proceso hubiera tenido más errores de los considerados", relata un conocedor del proceso.

¿La razón? Microdatos implementó  un nuevo proceso de lectura óptica para consolidar la información recogida en los cuestionarios. Así, a la hora de recopilar las respuestas, utilizaron scanners en lugar de personas que digitaran los antecedentes. El objetivo de esta innovación, aseguran, es reducir margen de error, costos y  tiempo.

Pero el nuevo procedimiento despertó dudas en el MDS. "El temor es que pudiera haber errores con algún sesgo, como generar ingresos muy altos (...) Pero el ministerio tuvo tempranamente reportes de lectura óptica y sus procesos de validación; los fue teniendo desde marzo. También se demoraron bastante en discutir cómo hacer la revisión", agrega la fuente.

El resultado final, puntualiza, habría sido muy similar al inicial.

Las dudas se habrían resuelto a fines del año pasado, por lo que aunque se suponía que ese mes el gobierno publicaría los resultados, recién ahí dispuso de la información para comenzar a hacer los cruces de datos. Uno de los técnicos involucrados asegura que por esa razón, a diciembre la pobreza multidimensional se había estimado solo para las Casen 2009 y 2011.

Otro de los especialistas involucrados acusa "excesiva prudencia" por parte del gobierno, en el afán de evitar el episodio de la administración anterior, que tras cuestionamientos a la Casen 2011 debió cancelar la versión 2012.

En línea con lo anterior, otro de los factores que llevaría a extremar medidas para evitar suspicacias es que Isabel Millán se mantuvo como jefa de la división Observatorio Social de la cartera, a cargo de la encuesta. "Hay cierta desconfianza", admite la fuente, reiterando que la demora  llevó a que aún se estén "chequeando cifras para evitar problemas de credibilidad".

Este año el gobierno entregará tres resultados de pobreza. Uno, medido bajo la línea de la tradicional canasta básica de consumo; otro basado en la actualización de dicho valor, y un tercero de carácter multidimensional. Las dos primeras, determinadas por los ingresos de las personas, mostrarían retrocesos. A juicio de los expertos, esto ocurriría debido al buen nivel de empleo y remuneraciones que hubo en 2013. Entendidos estiman que la pobreza medida bajo el esquema tradicional bajaría por lo menos dos puntos.