Si hace 10 años, los jóvenes aún se inclinaban hacia la pintura y los formatos tradicionales del arte, la nueva camada de artistas tiene la particularidad de no casarse con ninguna técnica. La prueba queda patente en el concurso, que cada dos años organiza Balmaceda Arte Joven y la Universidad Mayor y que desde el jueves exhibe a sus 87 seleccionados en el MAC de Quinta Normal. En ella, las 16 escuelas de arte de todo el país exhiben sus mejores talentos, bajo un jurado compuesto por el galerista Paul Birke, la docente Ximena Zomosa y el artista Cristián Salineros, entre otros.
"Las movilizaciones estudiantiles, la globalización y los 40 años del Golpe son temas que aparecen este año", cuenta Paula Campos, directora de la Escuela de Arte de la U. Mayor.
Videos, dibujos, esculturas, performance e instalaciones se reúnen en la muestra. Meliza Rojas, que ganó en la categoría Estudiantes una residencia en el CRAC Valparaíso, destaca con una escultura hecha a la usanza del siglo XIX, que representa a un encapuchado. A su vez, Fernando Balmaceda, quien se llevó el primer lugar en la sección Egresados, pintó a una geisha sobre los avisos económicos de un diario, para hacer un guiño al liderazgo asiático en el contexto global.
También está el video de Francisca Castro, en el que un soldador intenta fundir con un mazo y un yunke dos figurillas de plomo de Allende y Pinochet; la instalación Relación bilateral, de Felipe Gutiérrez, en la que un maneki neko (gato que se usa en las tiendas chinas) acciona con su garra a un indio pícaro, o las esculturas en madera, de Vivian Maripangui, que rescatan estéticas mapuches, pero que bañadas en dorado se tornan contemporáneas.
"En la escena joven hay mucha libertad expresiva. Es gente que está aún experimentando y que acomoda los materiales según lo que quieren decir", concluye Campos.