El 11 de abril del 2012, el reconocido empresario José Yuraszeck fue presentado como el nuevo presidente de Universidad de Chile, luego de que el directorio de Azul Azul lo eligiera con seis votos a favor y cinco abstenciones.
"Es una de las cosas más importantes de mi vida, quizás la más importante. Me he preparado para esto un par de años para dedicarle prácticamente todo mi tiempo a la 'U' y siento una responsabilidad gigante", señaló el día de su primera conferencia de prensa como timonel, en el Centro Deportivo Azul.
A lo largo de su gestión, el ingeniero civil y ex Odeplan estuvo a cargo de distintas misiones que incidieron de manera directa en los procesos vividos por el club. Sin ir más lejos, debió asumir la difícil tarea de reemplazar a Jorge Sampaoli en el banco, y de rearmar el plantel, tras la partida de jugadores que dejaron el nombre de la "U" en lo más alto del fútbol continental.
Hoy, anunciado su paso al costado, el análisis no es favorable para el sucesor de Federico Valdés, pues muchas de las labores en su administración no llegaron a buen puerto.
La vieja historia del estadio
Es imposible realizar un repaso sin partir mencionando que la tarea más importante de José Yuraszeck era cimentar el sueño del estadio propio. Sin embargo, pasó el tiempo y no solo jamás se iniciaron las actividades, sino que aún siquiera hay un lugar concreto para su edificación, y el tema se convirtió en tabú para el empresario.
La primera decepción vino hace casi un año, cuando se aplazó el anuncio del lugar donde se construiría el recinto. Yuraszeck se excusó diciendo:
"La promesa sigue vigente, sólo con cambios en el tiempo... Ha sido más complejo de lo que pensábamos y el retraso responde a la magnitud del proyecto, pues queremos construir el mejor estadio de Chile para los hinchas".
Los avances en la materia se recalendarizaron para el primer semestre del 2013. Hoy, iniciando el último mes del año, todavía no hay respuestas.
Las sandías caladas
El gran equipo de la "U" 2011 comenzó a despotenciarse con la partida de figuras como Eduardo Vargas, Marcelo Díaz, Marco González, Eugenio Mena y Matías Rodríguez. El compromiso del presidente de la sociedad anónima fue claro: "reemplazaremos a cada uno de los jugadores si se llega a ir alguno de ellos. Realizaremos todos los esfuerzos económicos razonables a nuestro alcance para que el plantel sea incluso mejor".
A la luz de los hechos, la realidad fue otra: Los azules no pudieron nunca recuperar el nivel, y comenzó un desfile de refuerzos infructíferos para el equipo. El "cortado" Ezequiel Videla como sustituto de Marcelo Díaz, la despotenciación de las bandas y el centro del ataque, y, más relevante aún, el reemplazo de Sampaoli por el pobre proceso de Darío Franco.
El último episodio fue al inicio de la temporada, cuando se adelantó la contratación de un defensor de "experiencia y renombre". Juan Ignacio Sills fue el elegido, uno que no logró convencer y que permanece en recuperación, tras una lesión en la rodilla. Además, Marco Antonio Figueroa se volvió su última carta para mejorar su gestión en la "U", cosa que hoy no luce un buen aspecto.
Protagonistas en América
"Hemos armado un plantel para disputar todos los frentes. Vamos a pelear todo, y eso incluye la Libertadores". Las palabras de Yuraszeck suenan vacías al revisar la participación de los laicos en las competencias internacionales del último año.
El equipo de Sampaoli logró pelear con bríos hasta las semifinales de la Libertadores en el 2012, pero al momento de rearmarse, ya bajo la dirección del empresario, los resultados no fueron positivos.
Con Franco no se logró superar siquiera la fase de grupos del torneo más importante a nivel continental, y el equipo del "Fantasma" no tuvo una muy destacada participación en la última Sudamericana, donde fue eliminado sin apelaciones ante Lanús.
La despotenciación de un club que era protagonista a nivel nacional e internacional ha sido evidente, sin contar las constantes polémicas que se han debido enfretnar con la actual presidencia, ante entidades como la ANFP y otros clubes. La "era Yuraszeck" llega a su fin con un desgaste que tuvo efectos en el otrora campeón de la Copa Sudamericana 2011.