La preocupación que genera la posible separación de Escocia de Reino Unido  provocó que el primer ministro, David Cameron; el líder laborista, Ed Miliband, y el liberaldemócrata Nick Clegg firmaran una oferta a petición del diario escocés Daily Record, en la que prometieron una mayor autonomía para esta región, en caso de que el "no" a la independencia se imponga en el referéndum de mañana. A continuación, las tres principales promesas de esta campaña.

Más poderes al Parlamento

En la carta se señala que el Parlamento escocés será fortalecido  mediante la entrega de nuevos poderes de parte de Londres. Esto, a través del proceso y el calendario ya acordado por los partidos (laborista, conservador y liberal demócrata) que comenzará el viernes 19 de septiembre. Los líderes dijeron que el Parlamento de Holyrood será permanente e irreversible.

La primera devolución de poderes comenzó en el gobierno laborista de Tony Blair en 1998, en el que el poder legislativo británico retornó algunos poderes al Parlamento local escocés. Actualmente, Escocia crea sus propias leyes respecto de la agricultura, la forestación, pesca, educación, medioambiente, salud, servicios sociales, viviendas, ley y orden (entre lo que se incluye la licencia para portar armas), gobierno local, deportes, artes, turismo y muchos aspectos del transporte. Asimismo, Westminster retuvo los poderes respecto de los beneficios y la seguridad social, inmigración, defensa, política exterior, empleo, telecomunicaciones, comercio e industria, energía nuclear, petróleo, carbón y electricidad, derechos del consumidor y protección de la información.

Más poder sobre los recursos

"Si tenemos un voto No, eso impulsará un programa mayor de devolución, con mayores poderes sobre el impuesto, gasto y servicios sociales", señalaron los líderes en la carta. De esta forma, los políticos reaccionaron a sólo dos días de la consulta debido al estrecho margen entre el "No" y el "Sí" en las encuestas y reiteraron la oferta de campaña que se conoce como "devolución máxima" o "devo max", la que consiste en entregar poder a Holyrood sobre la mayoría de los asuntos reservados respecto de los recursos, impuestos y servicios sociales. Seguirían estando bajo el alero de Londres la defensa y asuntos exteriores.

Durante las negociaciones del ministro principal escocés, Alex Salmond, y el premier británico, David Cameron, en 2012, para definir los detalles del referendo, el líder conservador se negó a aceptar que "el devo max" estuviera como una de las opciones en la consulta de mañana. La prensa británica ha señalado que Cameron estaba tan seguro que el "No" ganaría que sólo aceptó un referendo. De hecho, el líder del nacionalista Partido de la Independencia de Reino Unido, Nigel Farage, dijo ayer en Glasgow  que el premier había sido "idiota" por no aceptar la opción de la devolución máxima.

La salud a cargo de Escocia

Los políticos indicaron en la misiva "categóricamente" que la palabra final sobre los fondos destinados en Escocia al Servicio Nacional de Salud (NHS) será competencia del Parlamento de Edimburgo. "Tendrá el poder de mantener en manos públicas el NHS y de preservarlo", añadieron.