Parte de un dedo meñique en un frasco, dos cartas, llamadas telefónicas y fotografías de una víctima de secuestro mostrando su dedo cercenado. Estas son parte de las evidencias que acumula el expediente que lleva la Procuraduría General de México en contra de Raúl Escobar Poblete, procesado por el asesinato de Jaime Guzmán, por su vinculación con el secuestro de una mujer francesa con ciudadanía estadounidense.

La detención del "Comandante Emilio", como era conocido al interior del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, ocurrió el 30 de mayo, dos días antes de que, según los antecedentes a los que accedió La Tercera, se cumpliera el plazo fatal para concretar el pago requerido por el grupo de secuestradores a los que "Ramón Guerra", su nombre falso en ese país, supuestamente pertenecía.

El primer informe relata cómo fue detenido y los elementos que le encontraron a "Emilio".

Todo se inició cuando la familia de la víctima, a través de su esposo Alain, contactan a la policía porque les informaron que a la mujer le habían amputado parte del dedo meñique.

Pero fue el rol de taxista Marco Antonio Aguilar el que permitió desbaratar la banda, pues él, según relata el documento de la fiscalía mexicana, dio aviso a la policía, mediante un llamado telefónico a las 10.15, porque lo estaban siguiendo.

Minutos antes de advertir que era vigilado de cerca, el taxista dijo a los policías haber sido abordado por un hombre de 1,80 metros de altura, tez blanca, y con un cabestrillo, quien le pasó 500 pesos mexicanos ($ 18 mil) para que entregara un sobre amarillo sellado, que supuestamente tenía medicamentos, en el restaurante Nirvana. El paquete iba dirigido a "Alain (nombre de su esposo) y Nancy"

A medida que avanzaba por las calles de San Miguel de Allende y se dirigía hacia las afueras de la ciudad, detectó que lo estaba siguiendo una camioneta blanca. Su preocupación surge debido a que en esa ciudad hace una semana narcotraficantes habían asesinado a cuatro taxistas.

Alertados los agentes por el llamado de Aguilar, llegan al lugar, en Calzada La Estación, y detectan que Raúl Escobar estaba en el vehículo, aunque se identificó como Ramón Guerra. Ahí le incautaron dos hojas tamaño carta redactadas en español y francés. Además, tenía en su poder dos teléfonos, un pendrive, una cartera, un reloj y una tarjeta.

En el informe se da cuenta de dos llamados que efectuó Escobar Poblete, y que fueron transcritos por los peritos. En el primero dijo: "No pude llevar el encargo, saquen todo lo que tenemos guardado en el cajón".

El segundo contacto fue más personal: "Dile a mi hijo Carlos que vaya al departamento porque me tiene la policía". Sus cercanos señalan que su hijo es una de sus principales preocupaciones en la cárcel donde está recluido. Además, en esos documentos, se hace un registro de lo que dijo el "Comandante Emilio" a la policía mexicana.

Se señala que su profesión es comerciante, que es de la ciudad de Puebla. Agrega que nació el 1 de enero de 1958 y que recibía un ingreso mensual de 83.000 pesos mexicanos ($ 3.168.000). Se registró su detención a las 10.22 de la mañana por el delito de secuestro.

Las fotos de la víctima

En el segundo informe de la Procuraduría General de México se hace un análisis de cuatro cartas encontradas en poder de "Emilio" y otras incautadas en el operativo, sin especificar cuál estaba en poder del ex frentista.

Explican que la primera carta analizada está dirigida a Alain (esposo) y asesores. "Vamos a dejar las cosas claras: si no pagan, Nancy muere", decía. En ella pedían un millón de dólares de rescate, el que debía ser entregado a más tardar el 1 de junio, a las 11 de la mañana.

En la misiva número dos se adjuntaron dos imágenes de la mujer secuestrada mostrando parte de su dedo meñique amputado.

En el tercer documento, la víctima le escribe al dueño del restaurant "Nirvana" y le pide por favor que entregue una carta a su esposo Alain.

Finalmente, en la cuarta misiva, ella le manda un mensaje en francés a su marido: "Paga por mí".

Otro de los antecedentes que contiene este informe pericial es un anexo identificado con la letra C. En este se da cuenta de lo que fue incautado en el operativo.

Se describen los artículos que portaba el ex frentista. Pero también un pequeño envase plástico de tapa rosca de 2.5x 4.5 centímetros. En éste, indican, se apreciaba un "segmento corporal correspondiente a un dedo". Además, se detectaron siete huellas dactilares.

Ayer, el periódico mexicano Reforma, detalló que en los otros presuntos secuestros que habría realizado este grupo tenían como denominador común que las víctimas asistían al club de golf de la zona y que para negociar el rescate utilizaban avisos en los diarios con mensajes en clave.