"Sé que para muchos puede ser difícil de entender el cupo que generosamente me cedió Evópoli, así que prefiero comentarlo por acá".
Así parte la declaración que, a través de su cuenta en Facebook, Luis Larraín escribió para explicar las razones que tuvo para aceptar el cupo que le cedió Evópoli, pese a que este partido va en pacto con la UDI, una colectividad a la que calificó como "tan conservador y pinochetista".
"Imagínense que están trabajando hace muchos meses por un proyecto en el que han invertido toda su energía, tiempo y ahorros pero que súbitamente se ve truncado por una decisión arbitraria como la del Servel que de hecho fue declarada ilegal por el tribunal competente. ¿Qué harían ustedes?", preguntaba el ex presidente de Fundación Iguales.
Para él, había cuatro opciones, dejar el proyecto hasta ahí, competir por alguna región en que Somos Ciudadanos estuviera constituido como partido, juntar firmas o ir como independiente en cupo de alguno de los partidos que se lo ofrecieron.
Si bien dejó en claro que esa cuarta opción no era lo que lo había motivado en un principio, pues no iría "por un partido como la UDI o el PC que no me representan", hizo hincapié en que "Evópoli es un partido cercano a Ciudadanos, que comparte mis valores liberales y que está tratando de hacer una mejor política basada en ideas y no en matonaje".
Había entonces una solución, pero también se asomaba un problema para él: Evópoli iba en pacto con la Unión Demócrata Independiente.
"Eso me hizo estar semanas dudando qué hacer. Fue muy muy difícil tomar la decisión de ir en una lista con un partido tan conservador y pinochetista, que eligió a Jacqueline Van Rysselberghe Herrera en vez de alguien más moderado como Jaime Bellolio. Sabía que iba a pagar costos como los que me hacen escribir estas líneas", aseguró.
Entonces ¿Cuáles fueron sus razones para aceptar el cupo?
En primer lugar, el candidato aseveró que "si lo hago bien, puedo lograr salir electo yo y dejar un conservador afuera. Doble ganancia".
Segunda razón, "un liberal debe manejar con tranquilidad el disenso, porque actúa en base a argumentos y razones y no a patotas o matonaje. No creo en el purismo político: los principios no se transan, pero en las estrategias muchas veces es necesario transar. Son decisiones tremendamente difíciles pero así es la política.
Por último, Larraín sostuvo que "si bien en esta pasada Evópoli está en alianza con la UDI, estoy seguro de que en el futuro va a estar con Ciudadanos, Amplitud, Red Liberal, Partido Liberal de Chile y ojalá desencantados de partidos como la Democracia Cristiana o el Partido Por la Democracia - PPD".
"Por ahora siguen pesando las divisiones del pasado, como el sí y el no del 88, pero creo que luego del 11 de marzo con el nuevo sistema electoral las coaliciones se van a agrupar más en torno a ideas que a identidades culturales del siglo pasado", concluyó.