Del boicot del G8 en Sochi a las amenazas de sanciones económicas, las potencias occidentales comenzaron a utilizar todo el abanico de sanciones para obligar a Rusia a ceder en la crisis ucraniana.
SANCIONES YA ANUNCIADAS
La Unión Europea (UE) comenzó con prudencia decidiendo el 6 de marzo suspender las negociaciones sobre la liberalización de los visados y sobre el nuevo acuerdo de cooperación Rusia-UE, dos iniciativas en punto muerto desde hacía meses. También suspendió los preparativos para la cumbre del G8 que debe llevarse a cabo en junio en Sochi (Rusia).
Los 28 países miembros del bloque inmovilizaron el 6 de marzo los bienes del destituido presidente ucraniano Viktor Yanukovich y de la mayoría de sus exministros y allegados, acusados de desviar fondos públicos.
Estados Unidos también anunció "restricciones de visados" para los responsables ucranianos y rusos cuyas actividades "dañan el proceso democrático y las instituciones en Ucrania" y "amenazan la paz y la estabilidad". El presidente ruso Vladimir Putin no está en esta lista.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) suspendió el 13 de marzo, "por el momento", el proceso de adhesión de Rusia.
SANCIONES EN ESTUDIO
Si no hay ninguna "desescalada" antes del lunes, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE podrían decidir imponer sanciones "selectivas" contra responsables rusos, como restricciones de visados, inmovilizaciones de bienes o la anulación de la próxima cumbre UE-Rusia prevista para junio en Sochi.
Una fuente diplomática señaló el viernes que los criterios para establecer una lista aún no se han fijado. Las sanciones deberían ser contra los responsables de la intervención rusa en Crimea, pero ni el presidente ruso ni su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, estarían en la lista.
El secretario de Estado estadounidense John Kerry amenazó el jueves con "medidas muy serias" que se decidirían en Europa y en Estados Unidos el lunes, al día siguiente del referéndum que debe sellar la anexión de Crimea a Rusia.
Podrían tomarse en coordinación con Japón, Suiza, Turquía y Canadá.
AMENAZAS DE SANCIONES ADICIONALES
Los dirigentes europeos advirtieron que "todo intento de Rusia de desestabilizar aún más" a Ucrania tendría "consecuencias graves" para las relaciones entre la UE y Rusia, y mencionaron sanciones económicas.
Para la canciller alemana, Angela Merkel, éstas perjudicarían "masivamente a Rusia", política y económicamente.
La amenaza de tales medidas de retorsión inquieta a los sectores económicos europeos ya que Rusia es el tercer socio comercial de la UE (7% de las exportaciones y 12% de las importaciones de bienes), por detrás de Estados Unidos y China.
Las exportaciones hacia Rusia crecieron de 34.500 millones de euros en 2002 a 123.500 millones en 2012, mientras que las importaciones pasaron de 65.200 a 215.000 millones, esencialmente por la energía (gas, petróleo), según la agencia europea de estadísticas, Eurostat.
Alemania es de lejos el país de la UE más expuesto a tales sanciones así como a eventuales medidas de retorsión rusas. El 30% de las exportaciones de la UE a Rusia provienen de Alemania, le siguen Italia, Holanda, Polonia y Francia.
Alemania es también el principal importador de productos rusos.