Tanto en el mundo como en Chile la inflación parece estar de vuelta. En el plano local, si bien a diciembre de 2010 el índice de precios cerró justo en la meta del Banco Central (BC) de 3% y el ente rector proyectó -en su IPoM de enero- igual variación para fines de este año y del próximo, a partir de la intervención cambiaria de principios de año las expectativas del mercado empezaron a desanclarse.

Primero fueron las diferenciales de tasas las que comenzaron a dar noción de ello, situando las estimaciones de IPC en torno a 4% tanto a 12 como a 24 meses, a lo que se sumó luego el juicio de los economistas. Hace dos semanas Vladimir Werning, director Ejecutivo de JP Morgan y encargado de monitorear Chile, subió su proyección para 2011 de 3,8% a 5,5%, aduciendo factores tanto internos como externos de mayor presión sobre los precios.

Dicho escenario, sin duda, genera incertidumbre y evoca lo vivido en el período 2007-2008, en que la inflación en el país se escapó totalmente de los márgenes establecidos por el BC, escalando hasta 9,9% en octubre de 2008.  ¿Cuánto de similitud y de diferencia existe actualmente con la situación macroeconómica de ese entonces, y con los factores que llevaron al desbande de los precios? ¿Se puede estar incubando un cuadro en esa dirección?, son interrogantes que cruzan hoy el ambiente económico.

Al analizar dichos factores, se observan ciertamente algunos parecidos e incluso en mayor tensión que lo vivido en 2007-2008, como el alza de los alimentos a nivel mundial, pero también otros bastante distantes a su comportamiento de ese período. Sobre esa base, hasta ahora los analistas no prevén que esta vez el IPC se salga tanto de rango, pero sí advierten que el BC deberá actuar a tiempo y con fuerza para acotar su repunte.

"El Banco Central tiene su credibilidad intacta", opina Ricardo Matte, jefe del programa económico de Libertad y Desarrollo. Pero de todas maneras advierte que la economía marcha a un nuevo equilibrio, con inflación más elevada, tasas de interés más altas y un dólar más bajo, lo que proveería un colchón para frenar las presiones inflacionarias venidas de afuera.

Con todo, "la tasa de inflación se mantendría por sobre el rango meta del BC hasta 2012", anticipa Matte, coincidiendo con el juicio de otros economistas.

Elementos parecidos
El inicio del período inflacionario anterior data de junio de 2007, cuando el IPC a 12 meses traspasó el centro del rango meta (3%) y no se detuvo más.

En esa oportunidad y en la actual se conjugó un set de presiones internas y externas, como el encarecimiento de las materias primas y un mercado laboral estrecho .

Esta vez el factor más importante es el alza de los alimentos. En los últimos seis meses, este componnente del IPC ha subido 4,6%, cuatro veces más rápido que el 1% del IPC subyacente, que no incorpora vegetales ni combustibles. En los seis meses previos a junio de 2007 se había elevado 5,4%.

La raíz de este incremento se halla en el exterior, donde los commodities alimentarios se elevaron 22% en 2010, según el índice Commodities Research Bureau-Alimentos, contra 18% de 2007.

Según Werning, en años recientes el 50% de los mayores precios externos se llega a traspasar a los precios en Chile.

Un segundo elemento similar a 2007 es la evolución del mercado laboral. En ambas ocasiones se manifestó una rápida caída del desempleo. Esta pasó de 8,5% en junio a 7,1% en noviembre último. En cinco meses, este descenso supera al visto entre diciembre de 2006 y junio de 2007, cuando la desocupación pasó de 7% a 6,1%.

En todo caso, en ninguno de los períodos esto condujo a una inmediata alza de las remuneraciones, según las cifras del INE. Aún así, Werning ahora prevé un incremento: "El aumento de las remuneraciones de 5% en 12 meses muestra un rezago respecto de la estrechez en el mercado laboral, y fácilmente podría acelerarse a entre 7% y 9%", asegura en una nota a clientes del banco.

Pero además, el presente período exhibe algunos elementos adicionales de presión sobre la inflación versus 2007-2008, como es la trayectoria de la demanda agregada y del gasto fiscal. Asimismo, las condiciones monetarias son distintas.

Mientras en 2007 el BC mantuvo la TPM en su nivel neutral de 5% entre enero y julio, hoy la tasa viene de valores mínimos y recién se ubica en 3%.

Por su parte, la demanda agregada aumentó en 11,8%, 19,9% y 18,2% (12 meses) en los trimestres I, II y III, respectivamente. En 2007 la siguación era distinta. En los primeros dos trimestres la demanda interna había crecido entre 6% y 7%.

El gasto fiscal, en tanto, ha sido fuente de presión inflacionaria, explica Matte. La ejecución presupuestaria avanzó 7% real en 2010, versus 5,3% que habría crecido la economía, y cerró el año con el tamaño del Estado equivalente a 23,1% del PIB.

En 2007, en relación al producto, el peso del Fisco alcanzó a sólo el 18,4%, casi 5 puntos menos que en la actualidad.

Lo distinto
El gran detonante de la inflación en 2007-2008, como fue el alza del precio del petróleo, está mucho menos presente ahora.

El valor del barril de crudo casi se triplicó entre enero de 2007 (US$54 el barril) y el peak de julio de 2008 (US$133 el barril). Ya en julio de 2007 había avanzado 25%. En cambio, a diciembre pasado, el barril de WTI había subido un 15% desde su valor de julio. Incluso, tras el conflicto desatado en Egipto, el crudo no ha escalado demasiado más, cerrando el viernes por debajo de US$90 el barril.

Esta evolución menos empinada del crudo redunda en que el IPC de combustibles no sea protagonista esta vez en el alza de la inflación local, como lo fue en 2007.

Otro factor diferenciador es que en este período el tipo de cambio permite reducir el potencial inflacionario de los bienes importados, dada la apreciación del peso.

Al inicio del período inflacionario de 2007-2008, el tipo de cambio real conservaba una leve tendencia al alza, ayudando a la apreciación de los productos importados.

Ahora en cambio, anticipa Werning, el tipo de cambio continuará actuando como freno al alza de precios, al pasar el dólar de $479 el viernes a $455 en el segundo semestre, según su proyección.

No obstante dicho colchón, la suma de elementos inflacionarios hace al mercado proyectar desde ya que aunque no se llegue a lo vivido en 2007-2008, sí será un evento extenso.

"Ciertamente debiera llamar la atención del BC que aún hacia fines de 2012 los operadores financieros prevén que la inflación se mantendrá sobre la mitad del rango meta", dice Alberto Ramos, economista para Chile de Goldman Sachs, citando la última encuesta de expectativas económicas del propio instituto emisor.