Ayer la escocesa Susan Boyle sorprendió con la revelaciones de su trágica niñez al confesar que fue víctima de acoso y de golpes, y hoy fue la cantante estadounidense Pink quien acapara la atención tras revelar algunos detalles de su turbia adolescencia.
La intérprete afirmó en una entrevista a la revista alemana InTouch que fue una adolescente díscola y desobediente, a la que su madre acabó echando de casa ante la imposibilidad de controlarla.
"Antes me escapaba con frecuencia de casa. Siempre que algo me molestaba, me marchaba. A veces un par de días, a veces dos semanas. Y entonces dormía en la calle", comenta la artista a la publicación.
Y agrega que a los 15 años su madre le echó definitivamente de su hogar, aunque "ahora nos entendemos estupendamente", argumentando que "no estamos hechas para vivir juntas".
La intérprete también aseguró que su gran vicio son los cigarrillos y que "no puedo dejar de fumar. Hecho humo desde que tenía nueve años. Es asqueroso. Odio los cigarrillos, pero soy una absoluta fumadora".
Y concluye: "He tratado tantas veces de dejarlo, que ahora debería dejar de intentarlo".