Obviamente que no fue la mejor noche para el entrenador Martín Lasarte. El técnico uruguayo se fue cabizbajo y descolocado, tal como ocurrió en aquella goleada 6-1 que le propinó Unión Española, en este mismo torneo, el 12 de octubre del año pasado. El mismo partido en que casi termina a los combos con un hincha.
La apuesta en la final ante los azules no funcionó. La conversión agónica del archirrival terminó sepultando un plan que comenzó mal urdido al dejar como suplentes a hombres importantes para el plantel. Primero, no vistió al emblema Milovan Mirosevic; segundo, dejó en el banco sorprendentemente a Tomás Costa y a Nicolás Castillo; y tercero, cuando su escuadra aguantaba el 1-1 para ir a los lanzamientos penales, la pobre y tímida marca de Fernando Cordero benefició el centro de Sergio Velázquez y la arremetida de Juan Ignacio Duma.
Al final, todo salió mal para el "charrúa", quien se jugó todas sus cartas por la contención solitaria de Gonzalo Sepúlveda. El mismo que golpeó sin piedad a Gustavo Lorenzetti, en un error que marcó el trámite del compromiso y que le puede costar caro al montevideano pensando en su continuidad.
¿Por qué? La consecución del título de Copa Chile era vital para asegurar su puesto, por lo menos, hasta fin de año. Pero ahora, con el cetro en las manos de los laicos, a Lasarte sólo le restaría ganar la undécima estrella en el Torneo 2013 para continuar con su proyecto, a cambio de US$ 1 millón, por dos temporadas.
Para Cruzados SADP el título en el campeonato nacional es prioridad, sobre todo después de la derrota de anoche que le restó aún más créditos entre algunos directores. A esto se suma que en el último Torneo de Clausura ni siquiera clasificó a los playoffs.
De no alcanzar su primer título en Chile, el premio de consuelo de clasificar a la Copa Sudamericana podría haberle dado continuidad, la que ahora se ve más difícil de lograr. La dirigencia tendría que apostar por él, ya que de cesarlo en junio tendría que cancelar lo que resta del vínculo, o sea, 500 mil dólares (236 millones de pesos).
Lasarte abandonó en silencio el estadio Germán Becker y los jugadores hicieron lo mismo, salvo Cristopher Toselli, quien dijo que "duele perder" y que "lo hicimos de buena manera hasta que llegó una virtud de ellos".
El clásico del domingo 19 en San Carlos de Apoquindo servirá para que los cruzados tengan una nueva revancha ante su archirrival.