Quedan pocas, pero la cantante italiana Laura Pausini dice que en los estantes de su casa sobreviven una serie de figuras de cerámica que compró en una feria de Santiago cuando vino a Chile, en 1997. "La mitad se rompió en el camino y otras se fueron quebrando, pero las mantengo ahí porque me recuerdan la primera vez que llegué a un lugar tan lejano", comenta al teléfono desde Puerto Rico. Algunas figuras quedan en pie; otras no ocultan las grietas. Y es similar a lo que puede decir de su repertorio: a dos décadas desde que publicó su primer disco, Pausini retoma las canciones que han resistido al tiempo en la antología Grandes éxitos, las cuales zurce con arreglos modernos y las comparte a dúo con invitados como Marc Anthony, Michael Bublé y Kylie Minogue.

Alrededor de ese ejercicio se construye la nueva gira mundial de la italiana, y bajo esa modalidad llegará hasta Chile para presentarse el 24 de febrero, por segunda vez en su carrera, en el Festival de Viña (la primera fue en 1997), además de una nueva parada reservada para Santiago, al día siguiente, en Movistar Arena. "Así voy a presentar mis canciones esta vez, en sus nuevas versiones", avisa la italiana de 39 años, a días de emprender una gira que la llevará también hacia Norteamérica y Europa.

¿Por qué sintió necesario reversionar estas canciones para el disco y su nueva gira?

No significa que rechace la primera versión, al contrario: simplemente he tratado de adaptarlo al día de hoy, manteniendo aquella melancolía, en el caso que corresponda, o una calidad más moderna, por decirlo de alguna forma. Son nuevos arreglos, pero no he revolucionado totalmente la canción, con excepción de Se fue, que ha tenido un cambio muy grande, donde hago un dueto con Marc Anthony para una versión tropical. Sólo quería cantarlas nuevamente, porque en 20 años la voz cambia y también los sonidos.

Han pasado más de 15 años desde su única actuación en Viña. ¿Por qué regresar ahora?

Sinceramente, no hallo la hora de estar allí. Siempre me invitan, durante todos estos años. Y todas esas veces yo ya había cerrado mi agenda de gira. Para febrero, cuando lo hacen, siempre me encontraba en el otro extremo del mundo. Me lo repetía a mí misma que será el próximo año, por favor. Es muy emocionante, porque, precisamente, la vez que vine estaba presentado La soledad, Amores extraños, en fin: las canciones de mi primer disco. Además, coincide accidentalmente con otro aniversario: mi primer álbum apareció en Latinoamérica en febrero de 1994 y en Viña estaré justo cuando cumpla 20 años.

La última vez que estuvo en Chile cantó Gracias a la vida. Ahora vuelve con un disco de duetos, que permite tener invitados en el show. ¿Prepara algo especial?

El show de Santiago dura dos horas y media, va desde 2013 a 1993, junto a una orquesta y la escenografía que llevo desde Italia. En Viña no puedo traerme todo. Llego con todos mis músicos y una lista algo más corta. Incluye los grandísimos éxitos. Pero ya que regreso después de tantos años, el único dueto que quiero hacer ahí, sinceramente, es con el Monstruo.

LAS COSAS QUE VIVES

Lo primero que se escucha en Grandes éxitos es una grabación casera, fechada en 1976. Ahí se escucha a Laura Pausini de tres años de edad, que entre balbuceos, gritos y risas de sus familiares ensaya su debut al micrófono. Faltaba aún para arrancar una carrera internacional que ya le reporta más de 70 millones de álbumes vendidos, con 10 discos y una última estación marcada en Limpio, el sencillo inédito junto a Kylie Minogue.

¿Qué busca transmitir al poner esa grabación casera al inicio de su nuevo disco?

En mi vida existen coincidencias muy raras. Por casi 20 años mi padre buscó ese casete, donde estábamos grabadas yo y mi hermana. Estaba masterizando este disco y vino llorando y diciendo que lo encontró. Mi padre dijo: "Si no lo pones, eres una loca". Me da risa escucharla: parto tímida y luego me gusta, tomo la situación en mis manos. Me da un poco de miedo también, porque mi hija de ocho meses no habla mucho, pero tiene un carácter bastante similar.

Su primer single plantea un quiebre: es un tema moderno, bailable. ¿Siente la necesidad de explorar nuevos géneros?

Mucha gente que lo va a comprar ya tiene tu primer disco. ¿Por qué volver a pedirle dinero por algo que ya tiene? Siempre escribiré en mi estilo, pero también me gusta seguir las modas. Permite hacerles una cura de belleza a las viejas canciones. Quise incluir un aprendizaje también: soy fan de otros artistas y he invitado a los que más me gustan. Por eso encuentras un estilo más de crooner con Michael Bublé, otro más tropical, o con más arreglos rock con James Blunt. Ennio Morricone, que ha hecho que La soledad se convierta en una canción de película.

¿Qué viene después de esta celebración? ¿Una nueva etapa?

La gira debería terminar en marzo, pero si veo que mi hija no sufre con estos cambios repentinos de ciudad y clima, me gustaría sumar más fechas. Vamos a ver. Espero que este disco sea un viaje largo.