Botes llenos de inmigrantes en la costa de Italia, trenes hacia la frontera con México con personas en los techos o escondidas en los vagones. Esa es la situación que se vive diariamente en muchos países. En conversación con La Tercera, la subdirectora general de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), Laura Thompson, analizó el caso de los "menores no acompañados" que llegan a Estados Unidos desde países centroamericanos y la situación de los migrantes a nivel global.
¿Cuál es su opinión de que EE.UU. esté buscando formas para deportar a los niños migrantes que llegan al país?
A pesar de que es una de las herramientas que tienen los gobiernos para manejar la migración irregular, nosotros en la organización pensamos que las deportaciones deben ser las menos posibles en un país. Hay otras vías que responden mucho mejor al fenómeno de la migración irregular. Esto, sin eliminar el derecho que tiene un país de controlar quién entra y bajo qué condiciones, además de tomar medidas administrativas en el caso de que haya una violación a esas leyes de entrada y de salida. El tema de los menores no acompañados es un tema más complicado, porque involucra vulnerabilidades específicas de los niños y una responsabilidad del Estado de proteger. Ahora estamos tratando de ver con Estados Unidos y con los países cómo tratar este tema de la mejor manera, en que podamos garantizar la protección de los niños.
¿Cuál es el estado de las migraciones actualmente en el mundo?
El número a nivel global de los migrantes no se ha expandido enormemente en el último tiempo. Porcentualmente, sigue siendo un 3% de la población el que emigra de manera internacional. Lo que sí ha pasado con el crecimiento más grande a nivel global, ese 3% significa más gente que antes. Además, hay una gran cantidad de conflictos que han generado movimientos importantes de gente, que no era que antes no existieran, sino que están focalizados en regiones específicas, además de que se han extendido. Particularmente, es lo que ocurre con Siria. Eso ha generado un gran movimiento de refugiados. Ese es un porcentaje relativamente pequeño en comparación con la migración global, que es por motivos económicos.
¿Cuáles serían las medidas que deberían tomar los gobiernos para contener la inmigración ilegal?
No hay una respuesta mágica ni única para la inmigración irregular. Hay una serie de fenómenos que hace que se genere; además, hay redes criminales que la promueven. Hay varios elementos que son buenas prácticas, como promover vías legales de migración. Cuando en los países hay trabajos que están disponibles y los nacionales no quieren hacerlo, esos trabajos se convierten en atracción para la migración. Si no hay canales legales para llenar esos vacíos, la gente sabe que hay trabajo y busca ir de manera irregular. Todos los esfuerzos que hay para la gestión de fronteras son importantes. Eso implica tener sistemas modernos de documentación. Está el tema de cómo tratar los derechos humanos.