Nueve días alcanzó a estar detenido Laurence Maxwell, el estudiante chileno de posgrado de la Universidad Autónoma de México, por participar en una marcha en conmemoración de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.

Esta tarde, en entrevista con CNN Chile, Maxwell contó detalles del momento de su detención, la cual señaló fue "absolutamente desmedida".

"Pensé que la marcha había terminado, pero de todas formas tomé mi bicicleta y me fui al Zócalo. (...) Seguí a toda la columna (de personas) caminando, acompañando a los diversos grupos que iban llegando en ese momento. La marcha había empezado hace mucho rato, unas cuatro horas y seguía llegando gente", indicó.

Dijo que al llegar a la marcha no encontró a sus compañeros de postgrado por lo que se quedó en calle 5 de febrero con Madero. En ese momento "empieza la represión de parte de Granaderos (unidad policial mexicana) e hicieron una barrida desde Palacio Nacional hacia 5 de febrero donde yo me encontraba y la gente empieza a correr". Ahí "se forma un tumulto que en algún momento me alcanza y comienza a ser dificultoso moverme: se tropiezan con la bicicleta, me empujan... y pienso en amarrarla. En eso, estoy rodeado de policías. Trato de salir del lugar caminando y en un momento escucho agárrenlo a él, agárrenlo a él", indica.

En eso, cuenta, los policías lo toman, le tapan al vista y lo comienzan a golpear. "Me golpean por mucho rato y después me empiezan a arrastrar".

"Desconozco la lógica que hay detrás (de su detención y posteriores cargos) pero creo que hay una especie de mensaje a los estudiantes, a la población en general: si ustedes siguen haciendo protestas esto les puede ocurrir".

La justicia mexicana decidió el sábado dejarlo en libertad luego de no encontrar pruebas necesarias para procesarlo por tentativa de homicidio, asociación delictiva, motín y terrorismo, cargos por los que fue detenido.

Explicó que en su liberación "jugó un papel muy importante el cónsul, el embajador, la presión del gobierno chileno", pero también señala que fue importante la presión social que alcanzó el caso.

Además, dijo que está "evaluando" si seguirá viviendo en México. "Es un país que está en una crisis muy profunda y eso me hace pensar en qué quiero para mí y mi futuro", sostuvo.