La candidata de ultra derecha Marine Le Pen se subió este jueves a un barco de pesca en el Mediterráneo francés para escenificar su defensa de "la Francia que madruga" frente a su rival en la segunda vuelta del 7 de mayo, Emmanuel Macron, al que consideró "el candidato de la oligarquía". Vestida con un cortavientos blanco y acompañada del diputado de su partido Gilbert Collard, Le Pen resaltó su "compromiso" con los pescadores subiendo a un pesquero a primera hora de la mañana desde el puerto mediterráneo de Grau-du-Roi.

"Quiero mostrar mi solidaridad con este trabajo tan duro frente a Macron, que no soporta el concepto de dureza laboral", señaló la candidata tras cuatro horas en el mar. Le Pen señaló que su rival "está desconectado de la realidad" y que su política "ultraliberal" acabará con oficios tradicionales del país, como la pesca.

"Macron propone una desregulación total impuesta por la Unión Europea (...) yo creo que otra política es posible, que la defensa de los empleos es posible", dijo la candidata que, por el momento, va por debajo en los sondeos por 20 puntos.

Esta escenificación de su proximidad a los trabajadores se produce un día después de que Le Pen se presentara el miércoles junto a los huelguistas de una fábrica de electrodomésticos de Amiens, en el este del país, en el mismo momento en el que su rival se reunía, a puerta cerrada, con los delegados sindicales de la compañía. Obligado a acudir también a la planta de electrodomésticos, Macron fue recibido con abucheos.

Le Pen aseguró que esa situación se debe a que los trabajadores "apoyan de forma unánime" su política frente a la "ruptura social y por decreto" de su rival.

La candidata del Frente Nacional busca los votos entre el sector obrero que en la primera vuelta apoyó al izquierdista Jean-Luc Mélenchon, quien no se ha pronunciado a favor de ninguno de los dos postulantes clasificados para el balotaje.

Ese silencio del líder de La Francia Insumisa, cuarto en el primer turno con 7 millones de votos (un 19,58%), abre a la ultraderechista un flanco de ataque contra Macron (24,01%).

Los sondeos muestran que, desde hace años, el Frente Nacional de Le Pen es el primer partido entre la clase obrera, un sector en el que la candidata quiere ahora seguir creciendo a costa de la ambigüedad del izquierdista. La táctica persigue, por un lado, atraer votos de Mélenchon, pero también fomentar la abstención, puesto que una baja participación en la segunda vuelta la beneficiaría.

Le Pen logró 7,6 millones de votos (un 21,3%), un récord para su partido, pero para conquistar el Elíseo necesita doblar esa cifra. Los especialistas no descartan que la abstención suba, ya que dos tercios de los franceses está en desacuerdo con Le Pen y Macron según un sondeo difundido por la televisión BFMTV.

Se espera que Mélenchon se pronuncie hoy, una vez que termine la consulta convocada entre los 450.000 militantes de La Francia Insumisa sobre la postura oficial que debe adoptar el movimiento en el balotaje.