Mientras LeBron James se encuentra en San Francisco para enfrentar mañana la primera final de la NBA supo de los rayados racistas que sufrió una de sus casas, en Los Angeles.

La acción vandálica hacía referencia a su raza. En la conferencia previa al entrenamiento de este miércoles, James aseguró: "No importa cuánto dinero tengas, ni cuan exitoso o famoso eres, ser negro en América (EEUU) es duro".

"El racismo siempre va a ser parte de nuestro país, parte del mundo", complementó el basquetbolista.