LeBron James y los Heat regresaron a sus predios en Miami en busca de ampliar su ventaja en la serie contra San Antonio por la final de la NBA. En casa, fueron recibidos con el calor y entusiasmo acostumbrados de sus fanáticos, mientras los Spurs arribaron "blindados" a la "Capital del Sol".
Los dos primeros partidos de la final 2014 se jugaron a orillas del río San Antonio, una importante via fluvial de 386 km de largo que atraviesa cinco condados en el estado de Texas. Los otros dos encuentros de la serie al mejor de siete choques se jugarán hoy y jueves en la arena de Miami frente a la bahía. Por lo que se podría decir que esta es la Serie de las Aguas.
Los Spurs lograron ganar el primer partido 110-95 tras un misterioso desperfecto del sistema de refrigeración en su estadio, que convirtió a la arena en una verdadera 'Caldera del Diablo'. El calor de la sala, que llegó a tener temperaturas de casi 33 grados, fundió a LeBron James y se acabó el partido para el Heat.
El jueves, y arreglado el desperfecto de la refrigeración, LeBron regresó de sus dolencias y con 35 puntos y 10 rebotes le daba la victoria al campeón vigente, nivelando la serie a un triunfo por bando.
"Estoy feliz de que mis compañeros me permitieron ser el líder, me han permitido hacer grandes jugadas para ellos y hacer jugadas para mí. Esta es una victoria grande en la carretera para nosotros", dijo James.