Una batalla frontal contra las importaciones lácteas provenientes de Argentina y Uruguay pretende dar el gremio lechero local. La próxima semana presentarán ante la Comisión de Distorsiones un petitorio que contempla la aplicación de salvaguardias del 31,5% (el máximo establecido) a la leche y queso gouda proveniente de esos países.

Actualmente, Argentina otorga un subsidio de entre $14 y $18 por litro a más del 90% de los productores de leche y es justamente de ese país de donde provino en 2008 el 46,7% de las importaciones, que ese año totalizaron US$91 millones. La tendencia al alza continuó este año y en abril Argentina abastecía más del 51% de la leche importada. Uruguay representa cerca del 10%.

Ante esta situación, Dieter Konow, presidente de Fedeleche, sostiene que para la industria local es imposible competir con productos lácteos subsidiados. "Es desleal y consideramos que cabe imponer un derecho compensatorio o salvaguardia, un arancel de entrada que equipare la situación competitiva", dice y agrega que en la medida que se apliquen estos impuestos adicionales, la industria local "no tendrá incentivos para comprar artificialmente barato en el exterior".  El gremio es asesorado por el abogado Alvaro Jana, del estudio Bofill, Mir & Alvarez, Hinzpeter , Jana.

El tema de los subsidios venía  complicando desde hace tiempo al sector. Por ello, Fedeleche sostuvo dos reuniones en Osorno con representantes de Soprole, Nestlé, Colún, Mulpulmo, Loncoleche, Surlat, Danone y la Asociación de Queseros para analizar el actual escenario, lo que finalmente derivó en la petición que hará Fedeleche a la Comisión de Distorsiones y una carta que será enviada a la Presidenta Michelle Bachelet y a la ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, donde explicarán los problemas por los que atraviesa el sector.

En 2006 la industria lechera también pidió salvaguardias a las importaciones y en ese momento contó con el apoyo del Ministerio de Agricultura. Al igual que ahora, se pidió el máximo. Sin embargo, la Comisión de Distorsiones otorgó el 23% a las importaciones de leche líquida, queso gouda y leche en polvo.


EL FACTOR PRIMAVERA
Eugene Roth, presidente de la procesadora Surlat, señala que es urgente que las medidas se tomen lo antes posible. "La competencia no es de igual a igual y considerando las dificultades que atraviesa la industria, se debe actuar rápido", dice.

Y es que los productores locales están jugando contra el tiempo, porque en septiembre comienza la temporada de mayor producción lechera.

Este factor, combinado con los bajos precios de las importaciones, haría caer en picada los precios de la leche y pondría a la industria en jaque, dicen en el sector. Sobre todo teniendo en cuenta que durante este año han enfrentado el desplome de los precios internacionales. El año pasado una tonelada de leche en polvo valía US$4.639. Este año cuesta US$2.110 por tonelada.

Además, se agrega la caída en las exportaciones del sector lechero local producto de las crisis económica mundial, lo que provocó un permanente sobrestock lácteo en el país.

De hecho, este último factor fue el que contribuyó al cierre temporal de Lácteos Frutillar, ligada a Feria de Osorno, controlada por los empresarios Carlos Alberto Délano, Cristoph Schiess y Marco Cariola.