La fuga "peliculesca" del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, molestó al gobierno de Nicolás Maduro, que lo acusa de ser un "extremista violento" y al mismo tiempo creó nuevas expectativas en una parte de la oposición venezolana que espera repercusiones en la escena internacional.

Ledezma, fundador de la formación Alianza Bravo Pueblo (ABP), aterrizó ayer mismo en Madrid procedente de Colombia, tras huir el viernes de Venezuela, donde cumplía arresto domiciliario desde 2015 por los delitos de conspiración y asociación para delinquir sin haber sido juzgado nunca.

Fue recibido luego en el palacio de La Moncloa por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, con quien sostuvo conversaciones durante más de una hora en las que denunció la "narcodictadura" venezolana.

Este encuentro fue severamente criticado por Caracas, que lo ponderó como "acto inamistoso" de la nación europea contra el país caribeño.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela indicó que la ayuda del gobierno español a Ledezma "no es más que la continuación de una larga lista de agresiones e injerencias que se cometen contra el pueblo y el gobierno bolivariano".

"El Presidente Rajoy insiste, violando todos los principios del Derecho Internacional, en dar protección y apoyo sostenido a un grupo extremista de la oposición violenta venezolana, quienes han violado todos los principios democráticos y han promovido la desestabilización del gobierno", precisó el comunicado.

Por todo ello, la llamada revolución bolivariana resolvió denunciar ante la comunidad internacional que esta acción de España "se inscribe en la estrategia de grupos minoritarios de la extrema derecha de sabotear los esfuerzos y avances en el diálogo político en Venezuela", que se reanudará el 1 de diciembre.

ABP reiteró ayer su repudio a este nuevo proceso de negociación entre el oficialismo y algunos partidos opositores que se llevará a cabo en Santo Domingo con la supervisión de los cancilleres de México, Paraguay, Chile, Bolivia y Nicaragua, y con la participación del Presidente de República Dominicana, Danilo Medina.

"Simple y llanamente no queremos saber absolutamente nada de ningún diálogo que no ha traído resultados positivos para Venezuela. Eso es un verdadero monólogo", dijo a EFE el diputado Richard Blanco, presidente encargado de la formación de Ledezma y mano derecha del opositor.

El legislador pidió, en cambio, "prepararse", pues cree que con Ledezma fuera de Venezuela se podrá "organizar un gran movimiento tanto nacional como internacional que permita recobrar la democracia lo más pronto posible en un gobierno de transición en Venezuela".

Esta idea de generar una transición en el país petrolero para sacar al chavismo del poder que ostenta desde 1999 también es apoyada por la organización Vente Venezuela, de la ex diputada María Corina Machado, que como ABP rechaza dialogar con interlocutores de Maduro.

Blanco aseguró, además, que para su partido fue "sorpresiva" la huida de Ledezma, con quien incluso se reunió este martes en su casa, sin que surgiera algún comentario respecto de este plan de fuga, en el que, según dijo, tiene "plena seguridad" de que no participó el gobierno.

"Sin embargo, desde acá nosotros nos sentimos muy contentos, porque ya había cumplido 1.004 días de ilegal detención", expresó el legislador, presidente de la Comisión de Cultos y Régimen Penitenciario del Parlamento venezolano.

Dijo también que volvió a hablar con Ledezma ayer minutos después de que el alcalde aterrizara en Madrid y antes de su encuentro con Rajoy. "Lo primero que me dijo fue que la lucha continúa, que el comando nunca muere, y que por tal motivo le enviara un mensaje de agradecimiento a todo el pueblo de Venezuela", relató.