Un milagro. Algo increíble. Así se catalogó la notable consagración del Leicester en la Premier League 2015-2016, rompiendo todos los pronósticos y causando una sorpresa mundial. ¿Cuántos hinchas ganaron los Zorros más allá de Inglaterra? Miles.
Pero todo lo que sube tiene que bajar. El plantel del italiano Claudio Ranieri realizó una campaña tan contundente como impactante, sin embargo en la presente competencia inglesa le ocurre todo lo contrario. El rival del Sevilla, por la Champions, hoy lucha por la permanencia.
No existe punto de comparación entre una liga y otra. Luego de 25 fechas disputadas, recién son decimoséptimos, con 21 puntos (cinco triunfos, seis empates y 14 derrotas), una unidad más que el Hull City, que está en descenso directo. Como si fuera poco, no han convertido un solo gol en la liga en lo que va del año (en seis duelos). Son la tercera delantera menos efectiva del certamen, con 21 tantos a favor, igual que el Sunderland. Apenas superan al Middlesbrough (19) y al Hull (22).
A la misma altura de la Premier anterior eran los líderes con 53 puntos (15 victorias, ocho igualdades y dos caídas), con cinco unidades de ventaja sobre sus escoltas, el Tottenham y el Arsenal. La diferencia es brutal. Tienen 32 puntos menos que hace un año.
Dicen que renovarse en el éxito es complejo. De todas formas, supieron mantener la base del equipo campeón. El único titular que partió fue el volante francés N'Golo Kanté, al Chelsea. El resto sigue: el ariete Jamie Vardy, el talentoso Riyad Mahrez, el capitán Wes Morgan y compañía.
En una entrevista concedida al sitio de la FIFA, luego de recibir el premio The Best como el mejor entrenador del 2016, Ranieri asumió la baja: "No ha sido fácil, pero la suerte ha jugado también. La temporada pasada cada vez que nuestros rivales tenían una oportunidad la fallaban, ¡ahora entran todas! Pero también es verdad que quizás no llegamos tan concentrados para la Premier League porque pensábamos que podríamos recuperarnos sin problema después de cada derrota".
El martes 7 de este mes, la dirigencia del club le dio un voto de confianza al estratega, asegurando que tiene el "apoyo incondicional" de la directiva. "Si bien todos en el club saben que es necesario mejorar los resultados, el éxito obtenido en las últimas temporadas se ha basado en estabilidad, compañerismo y determinación para superar los desafíos más grandes", sostuvieron mediante un comunicado.
La única vez que ocurrió que un club inglés descendió la temporada siguiente a ser campeón fue con el Manchester City, en 1938.
El lado positivo del Leicester está, precisamente, en la Liga de Campeones. Por primera vez disputan la Champions y clasificaron a los octavos de final luego de ganar el grupo G. En sus primeros cuatro partidos no recibieron goles, siendo el primer debutante en el torneo en conseguir esto. Así, superaron el registro del Málaga de Manuel Pellegrini, que en la Champions 2012-2013 terminó sin goles en contra sus primeros tres partidos.
A las 16.45 horas de Chile, el Leicester visita al equipo de Jorge Sampaoli en el Sánchez Pizjuán, y llega luego de quedar eliminado de la Copa FA ante el Milwall, club de la tercera categoría. "No pensaba que estuviéramos tan abajo. La solución es luchar con la cabeza arriba", afirmó ayer Ranieri.
En el estadio King Power, la casa del Leicester, hay un mensaje que se puede leer cuando los jugadores salen desde el camarín hacia la cancha: "Foxes never quit" (Los Zorros nunca se rinden). Ahora, la lucha del equipo que sorprendió al mundo es otra. Quizás, una más acorde a su historia.