Con su voz más oscura retrocederá 20 años. A aquellos días en que Pedro Lemebel (61) animaba el programa Cancionero, de radio Tierra, en la lectura de sus crónicas que recuperaban historias sociales opacadas por el nuevo Chile que anunciaba la transición democrática.
Apoyado por un micrófono tras sortear un cáncer a la laringe, Pedro Lemebel se presentará el próximo jueves 28 en la Sala Arrau del Teatro Municipal, en un concierto poético titulado Cancionero. La entrada será liberada y leerá sus escritos salidos de su primer libro, La esquina es mi corazón, y crónicas más recientes. Acompañará su lectura con videos y los sonidos de un violín. Una performance de cámara para quien es considerado un creador rupturista que levantó polémicas en los 80 como miembro del colectivo Las Yeguas del Apocalipsis. La intervención de Lemebel será una semana después de haberse conocido el ganador del Premio Nacional de Literatura.
No son pocos los autores postulados. Además de Lemebel están Antonio Skármeta, Germán Marín, Poli Délano, Jorge Guzmán, Patricio Manns, Francisco Casas, José Luis Rosasco, Fernando Emmerich y Francisco Rivas.
Sin embargo, en el ambiente literario Skármeta suena como favorito. A pesar de que sus primeros libros de cuentos fueron aplaudidos por la crítica en los 60, el autor de Ardiente paciencia no ha tenido la misma suerte con sus últimas novelas, como Un padre de película (2010) y Los días del arcoíris (2011). El narrador, premio Planeta 2003 y ex embajador en Alemania en el gobierno de Ricardo Lagos, es respaldado por la U. de Viña del Mar, de Magallanes y del Consejo Académico de la Umce.
Más allá de las apuestas y cartas de recomendaciones les preguntamos a 50 escritores y críticos sobre quién merece el Premio Nacional. De los consultados, 25 optaron por Lemebel. Mientras que 10 votos alcanzó Germán Marín, cinco Skármeta, tres Poli Délano, uno Jorge Guzmán y uno Patricio Manns. El resto se inclinó por dos o más candidatos.
Siguiendo la regla tácita del premio, entregado cada dos años, el próximo viernes debería premiarse a un narrador. Pasadas las 16 horas, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, llamará por teléfono al sucesor, en el género, de Isabel Allende.
Prosista corajudo
Pedro Lemebel fue uno de los últimos en subirse a la carrera por el mayor galardón de las letras locales. La iniciativa lanzada por Sergio Parra, dueño de la librería Metales Pesados, fue sumando respaldos. A editorial Planeta se agregaron las cartas de apoyo de universidades extranjeras, como Stanford, Texas-Austin y de Berkeley. Y mientras la Brigada Chacón reproducía en las paredes de Santiago: "Lemebel al Premio Nac. de Literatura 2014", se juntaron más de 900 firmas. El dossier de su postulación fue entregado hace tres semanas en el Mineduc.
Germán Marín, quien en esta encuesta alcanzó el segundo lugar de las preferencias, no corre solo. El autor de la trilogía Historia de una absolución familiar es apoyado por los autores Roberto Merino, Alberto Fuguet, Matías Rivas, Rafael Gumucio, Héctor Soto y Agustín Squella. Además, de ser respaldado por la editorial Alfaguara y la U. Diego Portales, de Talca y de Concepción. "Si le dieran el premio sería intensamente literario", dice Fuguet.
El pasado 8 de agosto, entrevistado por la revista Capital, Marín hizo su elección para el Nacional: "Si yo eligiera, si yo fuera el jurado único, si fuera yo el supremo, elegiría a Pedro Lemebel", señaló.
El autor de Loco afán no sólo se ha convertido en uno de los escritores más pirateados de Chile, también su obra visual ha sido reconocida por el Museo Reina Sofía, de España. Elogiado por Carlos Monsiváis, Roberto Bolaño, traducido a varios idiomas, Lemebel ya es un referente de la crónica latinoamericana.
"Lemebel nos recuerda que la literatura no es inofensiva, que no es un mero adorno, que le hace algo a la sociedad", escribió Alejandro Zambra en apoyo al autor de cientos de crónicas incluidas en libros como Zanjón de la Aguada. "Se lo merece, porque no sólo borra las esquemáticas fronteras entre los géneros, sino que revitaliza la literatura con su lengua afilada y vivaracha", señala Alejandra Costamagna.
El pasado jueves, la ministra de Cultura, Claudia Barattini, fue entrevistada por el periódico The Clinic. Consultada sobre el premio dijo: "La trayectoria de Skármeta es enorme y Pedro ha sido un regalo para este país, nos dio vuelta la cabeza".
Criado en La Legua, Lemebel ha registrado en sus crónicas su molestia social. Crítico del régimen de Pinochet, también se peleó con el Partido Comunista, pero nunca se alejó de Gladys Marín. Es más, su próximo libro será una extensa crónica sobre la relación con su amiga. El año pasado le fue otorgado el Premio Iberoamericano José Donoso, imponiéndose a autores como el cubano Leonardo Padura y Rodrigo Rey Rosa, de Guatemala.
"Lemebel es un prosista corajudo, un referente ineludible de la crónica urbana latinoamericana", dice el poeta Jaime Luis Huenún. Mientras, Oscar Contardo agrega: "Su escritura le dio un aire nuevo a la crónica y a la narrativa chilena". A su vez, Roberto Brodsky cree que "Lemebel es travesti y eso es bueno para el premio: daría vuelta la tortilla, revolucionando la tradición".