Una veintena de retroexcavadoras trabajan incesantemente en pleno centro de Copiapó para despejar las calles principales. Sin embargo, es mucho el trabajo que resta para volver a la normalidad. "El camino que se nos viene es bastante duro, tenemos cinco mil viviendas dañadas que mejorar, pero para eso se requiere que las calles estén limpias para llegar a las distintas poblaciones", puntualizó el intendente de Atacama, Miguel Vargas.
A una semana de las lluvias, inundaciones y aludes que afectaron la zona, un 93% de la región ya tiene electricidad, pero sólo 69% cuenta con agua potable y la zona de San Félix aún está aislada. No obstante, la limpieza de las calles es la prioridad. "Está en riesgo la salud de la gente con el polvo que se levanta, por eso vamos acelerar al máximo los trabajos", reiteró el Vargas.
Y es que ahora el principal problema para la población es el riesgo sanitario por el polvo en suspensión y la contaminación por aguas servidas. "De a poquito se está reactivando todo. Ya llegó la luz, los caminos están funcionando, pero igual encuentro que es lento, sobre todo porque el barro es mucho. Me preocupa por los niños, con el calor surgen olores y con eso, las enfermedades", plantea Ilvis Vega, vecina de Chañaral.
Con la aparición del primer foco de gastroenteritis en menores albergados en Taltal (II Región) se alertó el sistema sanitario de las tres regiones afectadas.
"Hay probabilidad de un aumento en las enfermedades respiratorias y cuadros gastrointestinales por la falta de saneamiento básico", reconoció el subsecretario Jaime Burrows, quien descartó contaminación por relaves y aclaró que las inhumaciones se autorizan por el código sanitario en forma transitoria, en el caso hipotético de un número elevado de cadáveres. "Pero ese no es el caso, tenemos contabilizados 18 fallecidos, y el Servicio Médico Legal ha estado trabajando adecuadamente y no ha sido sobrepasado", remarcó.
El lodo, mezclado en algunos puntos con materia fecal derivada de las alcantarillas se ha convertido en un riesgo latente. "Por eso recomendamos a los niños, adultos mayores y crónicos no salir de sus casas para que eviten el contacto con este lodo contaminado y con el polvo que se levanta (...). Hemos intensificado medidas de prevención, como el uso de cloro, alcohol gel y las vacunaciones", señaló Bernardo Martorell, jefe de planificación del Minsal, quien coordina el plan sanitario desde Atacama.
Por iniciativa propia algunas familias están evacuando a niños y gente de la tercera edad hacia otros puntos del país para protegerlos de este crítico ambiente.
En relación al saneamiento básico, se calcula que son 350 kilómetros de alcantarillado que deben revisarse, por lo que "no basta con las tres máquinas que tiene la empresa sanitaria de Copiapó, las vamos a triplicar", dijo el ministro de OO.PP, Alberto Undurraga.
En Tierra Amarilla, un 20% de la población aún no tiene agua, en Paipote la mitad está conectada a la red y la otra con camiones aljibes, y en Copiapó, la producción llegó al 90%, "pero hemos catastrado que a un 15% no le está llegando agua a sus casas, nuevamente por problemas de red", dijo el titular del MOP.
Efectos colaterales
Según detalló Leonardo Troncoso, gerente de la Cámara de Comercio de Atacama, "sólo en Copiapó, un 60% de los locales está afectado con distintos tipos de daños. Se salvaron cadenas comerciales y supermercados, que de a poco están abriendo". El comercio más afectado, en un 100%, es el de Chañaral, Diego de Almagro y El Salado, las que por ahora sólo cuentan con ayuda humanitaria. "Creo que retrocedimos como dos años como sector, será difícil recuperarse", se lamenta Troncoso.
El ministro de Economía Luis Felipe Céspedes, llamó al sistema financiero a apoyar a sus clientes de las zonas afectadas. BancoEstado decidió ampliar en tres meses el pago de las cuotas de los créditos a personas y, mediante decreto supremo, se prorrogó hasta el 30 de abril la vigencia de los permisos de circulación adquiridos en las comunas afectadas.