Leonidas Vial va en serio por La Polar. Luego de aumentar su participación accionaria en septiembre del año pasado a 14,49%, el viernes pasado compró otros US$ 4 millones y subió a 18,79%, consolidándose como el principal accionista del retailer.
Pero no lo hizo solo. El mismo viernes, Anselmo Palma, a través de Inversiones Higuerillas Uno, adquirió el 2% de las acciones de la compañía en US$ 1,9 millones, sumando el 11,6% del control. Si se suman las acciones controladas por los hermanos Fernando y Alberto Delfau a las de Palma y Vial, empresarios cercanos y con una visión similar de lo que quieren de La Polar, alcanzan el 30,04% de las acciones circulantes de la empresa.
Los cambios los están tratando hacer desde adentro. Fernando Delfau y Palma son directores de la compañía desde abril de 2016, cuando iniciaron seriamente su intención de ser los principales accionistas de la firma. A ellos se suman José Manuel Vial Claro, hijo de Leonidas, también integrante de la mesa.
El trío de empresarios se propuso que durante este año comenzarán a verse números azules sostenidos a través de mejorar el margen bruto de ventas, reducir los gastos por venta y rentabilizar los metros cuadrados.
Si en septiembre de 2015 La Polar anotó pérdidas por US$ 4,28 millones, al cierre del tercer trimestre del año pasado las revirtió y obtuvo utilidades por US$ 2,57 millones. El plan de Palma, Delfau y Vial, en estrecho trabajo con el gerente general Andrés Eyzaguirre, está dando resultados.
Punto aparte merecen las AFP, que tras el escándalo de las repactaciones unilaterales de 2011, han intentado salir al mejor precio de La Polar. En enero del año pasado, las administradoras tenían inversiones por $ 8.605 millones, las que cayeron a $ 7.842 millones en agosto del año pasado (mes antes que Vial, Palma y Delfau subieran su participación). En enero recién pasado, la inversión de los fondos en La Polar totalizaba $ 7.660 millones.