El cardenal Ricardo Ezzati fue el encargado de dirigir la homilía en la Catedral Metropolitana por el servicio de Acción de Gracias durante esta jornada de 18 de septiembre. En la ceremonia uno de los temas que marcó el discurso en la actividad religiosa, fue la agenda valórica, específicamente en relación a Ley de aborto por tres causales.
Legislación a la que el mundo religiosa ha rechazado públicamente en numerosas ocasiones.
La autoridad religiosa señaló que desde la iglesia consideran como sagrada la vida e hizo un llamado a respetarla desde la concepción. "De toda vida humana desde su concepción, en todo el arco de su desarrollo hasta la muerte natural" y añadió que el derecho a la vida "es el primero y el más fundamental de los derechos humanos".
En esa línea, aludió a la ley de aborto en tres causales, "de ningún modo se puede plantear como un derecho sobre el propio cuerpo la toma de decisiones sobre esa vida".
Sin embargo, aseguró que la iglesia respetará la legislación asegurando que ésta tendrá un papel de "acompañamiento" a quienes deban decidir sobre el destino de su embarazo. "Respetuosos de la legislación que el Estado se ha dado, nuestra opción por la vida se traduce en redoblar nuestro esfuerzo para seguir acompañando a las mujeres que viven situaciones límites en su embarazo, a las que deciden continuar con él y a las que piensan que el aborto es una solución ".
Terminar con el "laicismo agresivo"
Otro de los puntos tratados durante la ceremonia religiosa fue el llamado del Monseñor Ezzati a terminar con el "laicismo agresivo" y pide respeto había la fe católica.
"Chile necesita volver a encantarse con la cultura de la acogida, de respeto mutuo, de la colaboración para contrarrestar la cultura relativismo, egoísta y excluyente", señaló.
En esa línea añadió que, "necesitamos avanzar hacia una antropología de sentido que de su plenitud a la vocación humana, su vocación alta de ser un pueblo que camina hacia el futuro con esperanza.
"Es urgente superar la tentación de un laicismo agresivo que pretende marginar la fe del pueblo, por eso se llama laico, de la esfera pública y que justamente busca negarle la justa visibilidad propia de una respetuosa libertad cultural", concluyó.