El gobierno del presidente Ollanta Humala  enfrenta las mayores movilizaciones en su contra en 41 meses de gestión, en rechazo a una flamante ley laboral cuya derogatoria reclaman miles de jóvenes  indignados, que marcharon el lunes por segunda vez en cinco días en todo el  país. 

Las protestas, que no cuentan con líderes, han dejado al gobierno solo en defensa de la nueva ley cuya modificatoria o derogatoria reclaman en el  Congreso una mayoría de partidos, que quieren arrancar 2015 con buen pie, de  cara a la campaña electoral que arranca en octubre entrante. 

El presidente Ollanta Humala, cuya popularidad subió cinco puntos porcentuales en  diciembre y se ubicó en 30% según los sondeos, volvió a defender la ley este  martes tras sostener que no cederá a las presiones de la calle impulsadas por  jóvenes que considera manipulados por políticos con ambiciones presidenciales. 

"Le pido a los jóvenes que lean la ley, que se enteren y no se dejen llevar  por cuatro o cinco políticos que tienen una postura ideológica y que nunca van  a cambiar", fustigó Humala, un ex comandante del ejército de 52 años, durante  una ceremonia escolar.

Según Humala, la ley busca incorporar al mercado laboral a medio millón de  jóvenes sin calificación y con estudios escolares incompletos a los que se  pretende rescatar de la informalidad laboral y de la delincuencia. 

"La ley es una oportunidad para los que no tienen nada. Los que tienen  algo, qué bien; hay que protegerlos, asegurar que no los sobreexploten",  recalcó el presidente.

El nuevo régimen laboral juvenil busca insertar en el mercado laboral a la  población con más índice de desempleo que va desde los 18 a 24 años. La norma  sin embargo recorta beneficios sociales como gratificación, utilidades, además  de reducir de 30 a 15 días las vacaciones, entre otros. 

"Formalizar un régimen de empleo para jóvenes con menores derechos. De eso  trata la nueva ley. Esto es lo que ha generado la reacción que vemos en las  calles", asegura a la AFP el abogado Javier Mujica, un experto en derecho  laboral y asesor de sindicatos en Perú.

Según Mujica, "el nuevo régimen laboral parece beneficiar a grandes  empresas pues produce un subsidio desde los trabajadores a los márgenes de  utilidad del empresario. Todo esto ha suscitado el rechazo de los jóvenes."

La ley se aprobó en momentos que Perú enfrenta una fuerte desaceleración de  su economía, que se estima crecerá menos de 3%, contra 5% desde hace un lustro.

SIN CONSENSO EN EL CONGRESO

La percepción gubernamental no genera consenso: en el Congreso los partidos  que la aprobaron a principios de diciembre piden ahora cambios, en coincidencia  con la creciente protesta juvenil. 

El partido Perú Posible, del ex presidente Alejandro Toledo, aliado de  Humala, presentó un proyecto para mejorar la ley, sumando derechos básicos como  vacaciones entre otros.

El socialdemócrata partido Aprista, del expresidente Alan García, exigió la  derogatoria de la ley alegando que resulta discriminatoria.

Mientras tanto el debate sobre la controvertida ley hace furor en las redes  sociales tomadas por asalto por centenares de jóvenes que la utilizan como caja  de resonancia de sus reclamos y, además, como eficaz medio de comunicación para  convocar las masivas movilizaciones organizadas en la última semana en Lima y  otras ciudades de Perú.