"No aceptaré nada, sino la victoria", afirmó tras emitir su voto en la primera vuelta, el 10 de octubre. Pero la leyenda del fútbol africano, George Weah, tuvo que esperar hasta el balotaje del martes para ver finalmente cumplido el sueño que persigue desde 2005: ser el nuevo Presidente de Liberia.
Según los resultados anunciados por la Comisión Electoral Nacional (NEC), con el 98% de los votos escrutados, Weah, del Congreso por el Cambio Democrático (CCD), obtuvo el 61,5% de lo votos en la segunda vuelta frente al 38,7% del actual vicepresidente del país, Joseph Boakai, del Partido de la Unidad (PU).
La NEC hará público el viernes el escrutinio completo, momento en el declarará al ex jugador del AC Milan como sucesor oficial de la actual jefa de Estado, Ellen Johnson-Sirleaf. Weah se impuso en la primera vuelta, cuando obtuvo el 38,4% de los votos y dejó a Boakai en un segundo puesto, con el 28,8% de los sufragios.
Nacido en octubre de 1966, Weah es miembro de la etnia Kru, una de las más importantes del país, concentrada en el sureste de Liberia. Fue criado por su abuela en Clara Town, uno de los barrios más pobres de Monrovia, la capital, donde comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol.
Weah fichó por el Mónaco en 1988, a la edad de 21 años, después de pasar una temporada en el Tonnerre de Yaundé, uno de los clubes más importantes de Camerún. Arsène Wenger, entrenador del equipo del principado en aquella época, dijo posteriormente de él: "Weah sí que fue una sorpresa. Igual que cuando un niño encuentra un huevo de chocolate el domingo de Pascua". "No he visto a ningún otro jugador eclosionar como lo hizo él", comentó el actual técnico del Arsenal sobre el liberiano, según consigna el portal de la FIFA.
Y el propio Weah ha reconocido el impacto que el entrenador francés tuvo en su vida como futbolista. "Era una figura paterna y me consideraba su hijo. Este era un hombre, cuando el racismo estaba en su apogeo, que me mostró amor (...). Además de Dios, creo que sin Arsène, no habría forma de que hubiera hecho esto en Europa", comentó el ex futbolista al diario The Guardian.
En 1992 fichó por el París Saint-Germain y se dio a conocer a lo largo y ancho de Europa. Su título de máximo goleador en la Liga de Campeones de la UEFA 1995 con el conjunto parisino, le abrió las puertas del AC Milan. Los tifosi cayeron inmediatamente rendidos a sus pies. Y no era para menos. Ese año no solo conquistó el Balón de Oro europeo, sino que también se convirtió en el primer, y hasta la fecha único, futbolista africano que ha recibido el título de Jugador Mundial de la FIFA. Galardones que se sumaron a los de Jugador Africano del Año (1989 y 1994) y la proclamación por parte de la prensa continental como Jugador Africano del Siglo.
A partir de 1999, el mejor jugador africano del siglo XX, según la FIFA, militó sucesivamente en el Chelsea, el Manchester City, el Olympique de Marsella y el Al Jazirah, antes de colgar sus botines en agosto de 2003.
Cuando se retiró, tenía muy claro que su objetivo en la vida no era continuar ligado al fútbol, sino que quería involucrarse en la política de su país: Liberia, una pequeña nación del oeste de África, de 4,5 millones de habitantes, que alguna vez fue colonia de EE.UU.
Carrera política
En 2005, dos años después de concluida la segunda guerra civil de Liberia, Weah formó el partido Congreso por el Cambio Democrático y se postuló a la Presidencia. Perdió ante Ellen Johnson Sirleaf, quien en 2011 obtuvo el Nobel de la Paz. El ex futbolista consideró "fraudulentos" los comicios, tras denunciar una votación que "fue de todo menos democrática, libre y transparente". Finalmente, aceptó el resultado tras las reiteradas peticiones de la comunidad internacional, que quería evitar una nueva crisis en Liberia.
Esto no le quitó las ganas de seguir en política. Asimilando las críticas de la elite por su falta de formación, Weah obtuvo su diploma de escuela secundaria en 2006, con 40 años. En 2011 obtuvo una licenciatura en administración de empresas en la DeVry University en Florida, institución donde obtuvo una maestría en administración pública dos años después.
De vuelta a la arena política, en las elecciones de 2011, Weah, que sopesaba volver a presentarse a la Presidencia, finalmente lo hizo como número dos de Winston Tubman, sobrino de William Tubman, el Presidente más longevo del país (1944-1971), aunque resultó perdedor otra vez.
Luego, en 2014, fue elegido senador con una abrumadora mayoría en el condado de Monserrado. Consiguió el 78% de los sufragios y se convirtió en el primer deportista de su país en ostentar un cargo de elección popular.
Gran parte del electorado joven apoya a Weah, que en su país tiene un estatus de ídolo y es conocido como "Mister George". "Los ciudadanos de a pie se identifican con Weah, porque piensan que es alguien cercano a su vida cotidiana", explicó a France Presse, Ibrahim Al Bakri Nyei, analista liberiano de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en Londres.
Sin embargo, sus críticos consideran que tiene un programa poco preciso y le han reprochado su ausentismo en el Senado. Weah también ha debido defender su elección de llevar como aspirante a vicepresidenta a Jewel Howard-Taylor, ex mujer del antiguo mandatario y "señor de la guerra" Charles Taylor.
"No sé lo que piensa el mundo, pero sé que el señor Weah ha demostrado ser un político formidable en Liberia", dijo al portal Goal Musa Shannon, vicepresidente de la federación liberiana y ex compañero de equipo de Weah. "Él es el líder que Liberia necesita ahora", agregó el defensor Terrance Dickson, ex jugador de la Estrella Solitaria, como es conocida la selección de Liberia.