Un total de 52 niños esclavos que trabajaban en el sector textil en condiciones infrahumanas fueron liberados hoy en Delhi por las fuerzas de seguridad con la ayuda de una ONG india.
Kailash Satyarthi, responsable de la organización Bachpan Bachao Andolan (BBA), relató a la agencia IANS la dificultad de la operación, debido al complejo acceso a los habitáculos donde trabajaban los menores, construidos junto a cloacas, sin ventilación ni luz natural.
"Tuvimos que caminar por charcos de aguas residuales para alcanzar las habitaciones. Los niños trabajaban día y noche a 44 grados en habitaciones cerradas sin ventiladores", detalló el voluntario.
Los menores estaban obligados a trabajar entre 12 y 13 horas al día cosiendo "zaris", un típico bordado del sur de Asia hecho a partir de hilos de oro y plata, y eran sometidos a continuas palizas propinadas por su patrón.
Los niños, de entre 8 y 14 años, provienen de los estados de Bihar (norte), Madhya Pradesh y Chhatisgarh (centro), y estaban bajo las órdenes de un empresario que pagó una insignificante cantidad a las familias para llevárselos a Delhi.
"Un conocido le dio 700 rupias (unos 10,44 euros al cambio de hoy) a mi padre y dijo que yo ingresaría en una madrasa (escuela coránica) y haría algún trabajo ligero", relató Firoz, el más joven de los niños rescatados.
Pero al llegar a la capital india, el empresario lo obligó a coser, propinándole palizas "al más mínimo pretexto", además de mantenerlo encerrado junto al resto de niños para que no pudiera salir a la calle y contar lo que estaba sucediendo, según confesó el niño.
Según datos de BBA ("Fundación Salvemos a la Infancia"), unos 50.000 niños trabajan como esclavos en la industria del "zari" y cada día llegan a Delhi unos 35 niños víctimas del tráfico de menores.