Louis C. Taylor fue puesto hoy en libertad después de pasar 42 años en prisión acusado de provocar el incendio del Hotel Pioneer de Tucson, donde murieron 29 personas, 13 de las cuales eran mexicanos procedentes del estado de Sonora.
Desde su arresto, Taylor mantuvo su inocencia, pero fue sentenciado a cadena perpetua tras ser acusado de provocar el considerado peor incendio en Tucson.
Como parte de un acuerdo con la Fiscalía, Taylor, quien fue arrestado cuando tenía solo 16 años, se presentó hoy ante el juez Richad Fields, de la Corte Superior del condado de Pima, donde no refutó ninguno de los cargos en su contra por la muertes ocurridas a causa del incendio del 19 de diciembre de 1970.
"Es una historia de dos tragedias, el incendio del Hotel Pioneer y mi sentencia", dijo Taylor esta tarde al salir de la cárcel.
Esa día, más de 750 personas se encontraban en el Hotel Pioneer para celebrar la fiesta de navidad de los empleados de la compañía Hughes Aircraft.
Además, muchos de los cuartos de los once pisos del hotel, que fue cerrado en 1974, estaban ocupados por mexicanos provenientes del vecino estado de Sonora y que estaban de visita en la ciudad para realizar sus compras navideñas.
Trece turistas mexicanos fallecieron en el siniestro, entre ellos la esposa y los cinco hijos del entonces jefe del Departamento de Policía del estado de Sonora, Francisco Luken.
Su caso fue tomado por el grupo Arizona Justice Project, que en octubre pasado presentó una moción ante la corte en la que indicaron que, gracias al uso de nueva tecnología y conocimientos más avanzados, varios expertos podrían testificar que el incendio no fue provocado, lo que podría ser una causa para un nuevo juicio.
Ante esta moción, la Fiscalía, reconociendo que existe muy poca evidencia para volver a juzgar a Taylor, llegó a un acuerdo con la defensa y pidió a la corte que lo liberara teniendo en cuenta el tiempo que el reo había pasado en la cárcel.