Los 36 trabajadores tomados como rehenes por remanentes del grupo ultraizquierdista armado Sendero Luminoso en el Perú fueron liberados hoy en la madrugada, según confirmó hoy la Presidencia del país. Los liberados se trasladaban en bus hacia la población de Kiteni, donde los esperaban sus familiares, indicaron medios locales. Los reportes señalan que todos se encontraban en buen estado físico y no presentaban maltratos ni golpes.
Los captores soltaron a los rehenes a las cuatro de la madrugada, quienes caminaron durante siete horas hasta llegar a la localidad de Chuanquiri, donde fueron auxiliados por los pobladores. El gobernador de Chuanquiri confirmó la noticia y posteriormente corresponsales de diversos medios señalaron haber visto al bus que trasladaba a los liberados.
Los ex rehenes, trabajadores de dos empresas contratistas del proyecto gasífero Camisea, fueron plagiados el lunes en la madrugada por alrededor de 100 subversivos en la provincia de La Convención en el departamento del Cusco. Presidencia informó en su página de Facebook que "la liberación de los 36 rehenes se produce porque los terroristas presionados por el cerco (de las Fuerzas Armadas en la zona) huyeron y los dejaron abandonados".
Los subversivos habían exigido un pago de diez millones de dólares para soltar a los rehenes. Hasta el momento no se precisa si las empresas pagaron algún monto de rescate, pero expertos señalaron que es posible que los captores y las empresas hayan llegado a acuerdos que propiciaron la liberación. El presidente del Perú, Ollanta Humala, se trasladará a Kiteni después de participar en la VI Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, según informó Canal N de televisión.
Las investigaciones señalan que los secuestradores senderistas fueron dirigidos por Martín Quispe Palomino, "camarada Gabriel", hermano del cabecilla de una columna de la agrupación, Víctor Quispe Palomino, "José". La Convención es una zona colindante con el valle de los ríos Apurímac y Ene, donde actúa la columna senderista dirigida por "José", activa y fuerte, que desde 1999 actúa de forma independiente, reniega de la ideología original de Sendero y del encarcelado fundador del grupo, Abimael Guzmán -a quien llama "genocida"-, y adopta principios políticos pragmáticos ligados a su participación en el narcotráfico. Según las investigaciones de la Comisión de la Verdad, Sendero es responsable de al menos un 54 por ciento de las casi 70.000 muertes que dejó la violencia política sufrida por el Perú entre 1980 y 2000.