Tras 17 días de extensas medidas de limpieza y recuperación, ayer fueron liberados del Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre, del Museo de Ciencias Naturales y Arqueología de San Antonio, los 13 pelícanos (Pelecanus thagus) que resultaron afectados tras el derrame de petróleo en la bahía de dicho puerto, el pasado 28 de septiembre.
Fueron mil 500 litros de petróleo los que cayeron al mar desde el barco "Achilleus" y la Armada quien activó un operativo por el borde costero del sector, para atrapar a los animales contaminados. Juan Escalante, presidente de la agrupación ecológica Antípoda -que apoya al museo-, precisa que "gracias a que dos mil litros de petróleo se derramaron sobre la cubierta del barco y a la rapidez de las medidas a tomar, se evitó que se causara más daño a estas especies".
Fue así como el centro de rescate del museo, en conjunto con el municipio y otras entidades, procedieron a gestionar tratamientos de lavado con desengrasantes y absorbentes orgánicos para el petróleo, los que arrojaron favorables resultados. "Estas especies no tienen un líquido protector como los pingüinos en su piel, además, el petróleo que les cayó no es como el diesel, sino que más duro, como el alquitrán", detalló Escalante.
Por otra parte, admitió que "afortunadamente contábamos con material orgánico que nos había proporcionado anteriormente la Embajada de Estados Unidos", lo que facilitó la labor.
Respecto a si los pelícanos -ahora libres y sanos- podrían tener eventuales riesgos debido a la contaminación, Escalante aseguró que "están completamente limpios, por lo que no deberían presentar ningún problema".